Representantes del gobierno ecuatoriano y de la Unión Europea (UE) se reunirán en Bruselas el 19 de marzo próximo para dialogar sobre la posibilidad de negociar un acuerdo comercial, informó el sábado la cancillería ecuatoriana.
En un primer comunicado, la cartera había señalado que Ginebra sería la sede del encuentro.
El canciller Ricardo Patiño encabezará la delegación que se entrevistará con miembros de la Comisión y del Servicio Exterior de la UE en esa fecha, la cual -según la cancillería- fue confirmada por el encargado de negocios del bloque comunitario en Quito, Peter Schwaiger.
Las conversaciones en Bruselas se darán en torno a “los pasos pendientes para retomar las negociaciones para la suscripción de un Acuerdo de Comercio para el Desarrollo entre Ecuador y la Unión Europea”, señaló el ministerio en un comunicado.
La comitiva ecuatoriana incluirá al ministro coordinador de la Producción, Santiago León, al viceministro de Comercio Exterior, Francisco Rivadeneira, y al jefe negociador con la UE, Méntor Villagómez.
El 26 de enero pasado, Schwaiger anunció que las conversaciones para el acuerdo al que aspira Ecuador (más flexible que un tratado de libre comercio, TLC) habían sido suspendidas ante el anuncio de Quito de que planeaba ingresar al Mercosur (integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) .
Tras esa declaración, Patiño reiteró el interés de su país en un acuerdo para el desarrollo y anunció entonces que en marzo viajará a Europa para intentar zanjar las diferencias que impiden iniciar la fase de negociación.
Luego, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, manifestó que en los diálogos “probablemente ha habido señales confusas de algunos altos funcionarios de Ecuador, pero también las ha habido de la Unión Europea”.
“De repente nos dicen: sí estamos abiertos a negociar un acuerdo comercial, y otras veces no, que es un TLC como el de Colombia y Perú o si no, nada. Y en ese caso, ¡nada señores!”, exclamó.
El gobernante socialista indicó que “no hay ninguna comunicación oficial sobre un cese” de las pláticas, y refirió que aspectos como compras públicas -en las que Ecuador privilegia a empresas locales-, protección de inversiones y acceso a biodiversidad son de la órbita de un TLC y por tanto “ tremendamente riesgosas”.