La diplomacia ecuatoriana busca neutralizar las presiones de empresas y consorcios de Estados Unidos, que buscan afectar el futuro de la Ley de Preferencias Arancelarias (Atpdea) para el país.Ayer, la Embajada en Washington explicó que durante el presente año ha presentado los argumentos del país para que se mantengan esos beneficios, que amparan al 71% del universo de exportaciones a Estados Unidos.
De igual modo, dice haber desvirtuado las cartas de la Cámara de Comercio estadounidense, Comité de Emergencia del Comercio, la Asociación de Manufactureros y Chevron. En esas misivas han solicitado al Congreso estadounidense que revise si Ecuador efectivamente cumple con los criterios de elegibilidad para que se beneficie a futuro de las preferencias arancelarias.
“Ecuador siempre ha presentado su visión”, sostiene Luis Gallegos, titular de la Embajada. Uno de los argumentos centrales es que es líder en la lucha contra el narcotráfico, que es una de las condiciones de la Atpdea.
La defensa ecuatoriana se ha presentado en las cuatro audiencias de análisis que se han organizado en EE.UU. durante el 2010, con el objetivo de evaluar el desarrollo de los beneficios arancelarios, de los que también se benefician Colombia y Perú. Estas evaluaciones se han realizado en abril, junio, julio y septiembre.
Precisamente, las últimas cuatro cartas críticas fueron presentadas en este mes que termina, en la evaluación organizada por la Oficina Comercial de EE.UU.
Según Ecuador, las críticas de varios sectores no son nuevas. Ya se han registrado en años anteriores y han carecido de éxito. Incluso, estos cuestionamientos se han dado años antes de que Rafael Correa llegue al poder.
Ese es el caso de la petrolera Chevron, que acusa a Ecuador de carecer de un Estado de Derecho, que garantice un proceso justo en el juicio en su contra, por daño en el ambiente.
De acuerdo con la Asamblea de Afectados, el objetivo de Chevron es desviar la atención por el proceso en su contra. Por eso, esta agrupación enfatiza que la Atpdea no tiene nada que ver con el juicio contra la petrolera. “Este es otro intento de Chevron para presionar al Gobierno para que, de alguna manera, se pronuncie sobre el juicio y luego decir que el Gobierno tiene una participación maliciosa”, dice Pablo Fajardo, abogado de los afectados.
En este escenario, una de las inquietudes que hay en Ecuador sobre el futuro de la Atpdea reside en el complejo calendario electoral de EE.UU., para renovar la Cámara de Representantes y Senado. Entre otras razones, porque hoy se cierra su período de sesiones antes de las elecciones parlamentarias del 2 de noviembre.
Después de esos comicios, la Legislatura tendrá pocas sesiones, en las que debiera tratar la renovación de la Ley de la Atpdea. El año pasado la renovación se dio en la sesión del 26 de diciembre.
Sin embargo, Gallegos está optimista de que se concretará la renovación, más allá de las limitaciones del proceso electoral. Por lo pronto, la Embajada continuará con su defensa e impulso de la postura nacional. Para hoy se prevé una reunión con empresarios estadounidenses que sí desean que se amplíe la Atpdea.