Empanadas de verde, bolones, panes de yuca, humitas, empanadas de maíz y otros alimentos precocidos ganaron espacio en las perchas de los supermercados en los últimos cinco años. También, subió su demanda en tiendas, cafeterías y otros negocios.
En Almacenes Tía hay al menos 150 tipos de productos tradicionales, incluidos los precocidos, snacks y categorías relacionadas con panadería.
Entre el 2015 y el 2016 el total de las ventas en volumen de estos insumos aumentó en un 23%, anotó José Muñoz, director comercial de esa cadena que recibe a 190 000 clientes diariamente. En término de ingresos, las ventas subieron en un 13% en ese mismo período.
Para Muñoz, esto responde a que Tía es una cadena ubicada en el interior de cantones pequeños, donde los hogares prefieren el consumo de alimentos tradicionales.
Otros factores que explican el crecimiento de la demanda es que los precios son cada vez más asequibles y su preparación es rápida, explicó Ricardo Aguirre, catedrático en Ingeniería Agroindustrial y de Alimentos de la Universidad de las Américas (UDLA) y quien investiga estos nichos de mercado.
De acuerdo con sus cálculos, seis de cada 10 adquieren estos alimentos en los supermercados. Y anota que hoy en día una familia en promedio puede gastar USD 100 o más al mes en estos productos.
En Corporación Favorita, que abarca a Megamaxi, Supermaxi y Akí, también se cuenta con una línea de productos de la gastronomía ecuatoriana, que va desde el encebollado enlatado, los maduros, los tamales y los patacones.
En temporada también se comercializan productos típicos como la fanesca, en Semana Santa, o la colada morada en el Día de los Difuntos (noviembre), según explicó Favorita en un correo.
Una buena cantidad de estos productos se elaboran en pequeñas y medianas empresas. De los 180 agremiados en la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi) cerca de 40 empresas elaboran y distribuyen productos precocidos en los supermercados, según datos de ese gremio. Hace unos cinco años atrás no había ni uno presente en este nicho.
Para ganar espacio en las cadenas los productores tuvieron que mejorar sus procesos de calidad y de producción. Con el auge de este mercado las empresas también ampliaron la oferta de sus productos, dijo el director ejecutivo de Capeipi, Christian Cisneros.
La firma Disprofood, que produce patacones en su línea de precocidos, es una de ellas. Desde marzo pasado, su producto se exhibe en perchas de Megamaxi. El volumen que entrega a esta cadena alcanza los 300 kilos mensuales.
La negociación con la cadena de supermercados tomó siete meses. “Exigió un proceso riguroso de producción para entregar un producto de calidad”, indicó Pablo Rodríguez, gerente de Disprofood.
El producto cuesta USD 2,50 y tiene 24 patacones por funda.
En un recorrido que hizo este Diario en los supermercados y otros negocios se observó que hay productos desde USD 2 en adelante como las empanadas, humitas y otros.
Jama oferta nueve productos precocidos; entre ellos, están bolones de queso y chicharrón, hayaca, maduro con queso, tonga, tigrillo y otras delicias costeñas.
El emprendimiento arrancó con una producción de
1 500 unidades de insumos hace año y medio. Hoy su planta produce 15 000 unidades al mes, que se venden en cinco locales.
Tres de ellos son de la marca Jama y el resto son particulares.
La funda de los productos se comercializa al público en USD 1. Si la persona lleva una docena el costo unitario es USD 0,75; y en cafeterías llega a 0,60. En total, sus ventas son de USD 10 000, mensuales.
“El éxito de estos productos en el mercado se debe a que es un producto tradicional y sabroso que se come a diario en las casas de los quiteños y de los ecuatorianos”, destacó Ana Belén Salazar, administradora del negocio. La empresaria espera ingresar a los supermercados a finales de año, mientras tanto antes esperará abrir nuevos puntos de venta.