A pocos días de la celebración de San Valentín (el 14 de febrero), aproximadamente 200 toneladas de flores están guardadas en los aeropuertos de Quito y Guayaquil, por la falta de oferta de las aerolíneas de carga.
Y la carrera es contra el tiempo ya que según los floricultores el tiempo máximo para enviar el producto vence el próximo martes. A partir de ese día, cualquier esfuerzo por colocar la flor en los mercados de EE.UU. y Europa es en vano, ya que no llegarán para el tradicional Día del Amor.
Según Ignacio Pérez, presidente de la Asociación Nacional de Productores y Exportadores de Flores (Expoflores), el último fin de semana se incrementó la actividad exportadora e inmediatamente desencadenó un problema por la falta de vuelos para cubrir los destinos.
El floricultor Gino Descalzi confirma esta situación. “La flor debe salir hasta el 8 de febrero, pero tenemos problemas serios con las aerolíneas, sobre todo en los vuelos hacia EE.UU. Al tener la flor rezagada en las bodegas de almacenamiento se corre el peligro de perderse. Esperemos que logren evacuarse para no lamentar pérdidas”.
En un recorrido por el aeropuerto no se pudo confirmar esta anomalía, pero los floricultores acusan una falta de seriedad de las aerolíneas, que “han preferido realizar vuelos a rutas más rentables”, según Descalzi.
Pese a ello, la actividad florícola continúa con sus labores en el campo, dejando a punto el producto para las festividades de febrero. La proyección entre los floricultores es de una tendencia a la baja respecto al año pasado.
Descalzi asegura que pese a que los precios en el mercado internacional han crecido en un 15%, la producción ha sido un 25% menor que en el 2010.
“Estamos experimentando una producción inferior. El clima que reinó en las zonas de cultivo, entre noviembre y diciembre afectó, especialmente por la falta de luminosidad. Y, si bien los precios han aumentado, la actividad decaerá en un 10%, de manera general en el sector”.
En efecto, para el ingeniero agrónomo, Juan Pablo Espinosa, las variaciones climáticas han vuelto inestable a la producción nacional. “No hemos tenido certezas con la naturaleza en los últimos años y eso es un problema. Por eso, se han tenido que buscar formas alternativas de producción, pero eso es un proceso que llevará su tiempo”.
Toda esta espera se desarrolla en medio de la incertidumbre por saber si la extensión de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas (Atpdea) se aprueba o no en EE.UU. Los floricultores son cautos aunque optimistas de que el 12 de febrero, cuando se decidirá sobre los beneficios, habrá una respuesta positiva.
Descalzi resume que del ‘lobby’ en Washington, la semana pasada, se concluye que, en general, no hay resistencia de los congresistas estadounidenses para la prórroga. No obstante, el proceso está entrampado por otras leyes transversales.
Para Pérez, la extensión de 18 meses será una realidad, pero exhortó al Gobierno a buscar inmediatamente una solución definitiva. “Si se habla de soberanía, no se puede ir a rogar que nos extiendan las preferencias. Hay que encontrar de una vez por todas una salida”.
En este escenario, un editorial publicado ayer por el New York Times se asegura que la mayoría de legisladores republicanos está a favor del comercio.
El rotativo afirma que el mes pasado un conflicto por la importación de sacos de dormir entre una empresa de Alabama y un rival en Kentucky llevó a los republicanos del Senado a bloquear la extensión del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP), que ha concedido acceso preferencial a USD 20 000 millones de importaciones de países en desarrollo. Y esa situación ya se ha revertido, lo que da mayores esperanzas de ampliar todos los beneficios comerciales.
El mal clima en EE.UU. no afecta
El director ejecutivo de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), Felipe Ribadeneira, reiteró que las actividades comerciales con EE.UU. se mantienen con normalidad y que el fuerte temporal en varias ciudades no ha sido impedimento para enviar productos.
“Hasta ahora no hemos tenido ningún reporte de nuestros socios que nos indiquen que hayan tenido problemas con la exportación de sus productos”.
Eso lo confirma Alfredo Zeller, titular de la firma Provefrut, que exporta bróculi hacia EE.UU. “Hasta el momento no hemos tenido problemas. Nuestro producto se envía por contenedores en barco. El mal clima está golpeando principalmente a la actividad aérea y nosotros no enviamos por esa vía”.
Esa misma situación la explica la asesora en Comercio Exterior, María Eugenia Terán, quien en sus actividades no ha tenido complicaciones.
“Normalmente, la producción nacional primaria se envía a través de barco. Excepto las flores, que necesitan llegar más rápido. Pero ni siquiera en este sector se han tenido problemas por el clima en EE.UU.”.
Tanto la experta, como Ribadeneira, aseguran que la producción que sale por avión llega a ciudades que actualmente no tienen problemas de clima, como Miami o Atlanta. Desde aquí se distribuyen a las demás ciudades estadounidenses.
En el caso de las exportaciones por barco, tampoco se han reportado problemas en la entrada y salida de embarcaciones, según la Aduana, en los puertos.