Los inventarios de crudo en Estados Unidos cayeron de nuevo en la semana pasada, mientras que las reservas en Cushing bajaron desde niveles récord, debido a un alza en las tasas de refinación a máximos desde el 2007, mostraron datos del Gobierno el miércoles.
Las existencias de productos petroleros, en tanto, descendieron inesperadamente, aunque levemente.
Las existencias de crudo bajaron 191 000 barriles, a 384,44 millones En la semana al 8 de junio, frente a una previsión de una baja de 1,4 millones de barriles, según la Administración de Información de Energía (EIA).
Las reservas cayeron debido a que un repunte marginal en las importaciones de crudo fue más que contrarrestado por un alza de 1 punto porcentual en la utilización de refinerías al 92 por ciento de la capacidad por primera vez desde agosto del 2007.
Analistas esperaban un descenso de 0,1 puntos porcentuales en las tasas de refinación. Aunque operaron a su mayor nivel en cinco años, las refinerías en realidad están consumiendo menos petróleo debido al cierre de algunas plantas.
El ingreso total de crudo a las instalaciones de refinación alcanzó un récord de apenas 10 meses, desde agosto del 2011.
Pese a la elevada producción de las refinerías, no obstante, las existencias de combustible cayeron inesperadamente por un aumento de la demanda doméstica respecto a la semana anterior y a igual semana en el año previo. En las últimas cuatro semanas, no obstante, la demanda siguió con una baja del 1,9 por ciento respecto al año pasado.
Las existencias de crudo en Cushing, Oklahoma, el punto de entrega de los contratos estadounidenses, cayeron 380.000 barriles, a 47,4 millones de barriles luego de anotar un récord en la semana previa. Esta situación confirmó datos que sugirieron que el cambio de sentido el flujo del oleoducto Seaway, que ahora transporta crudo desde Cushing a Houston, está ayudando a reducir el exceso de petróleo.
El declive en las existencias domésticas de crudo fue el segundo descenso consecutivo tras un incremento en las 10 semanas anteriores en el que los inventarios alcanzaron su mayor nivel desde 1990.
Los inventarios de gasolina cayeron 1,72 millones de barriles, a 201,8 millones, con respecto al alza de 1,1 millones que aguardaba el mercado.
En tanto, las existencias de destilados, que incluyen combustible para calefacción y diesel, cayeron 63 000 barriles, a 119,97 millones.
Los analistas aguardaban un incremento de 1,3 millones. Jay Levine, de Enerjay, dijo que “los datos de la EIA del miércoles fueron esencialmente un no evento, con la mayoría de las cifras en línea con las expectativas. El complejo está buscando estabilidad y respalda todos los eventos que acontecen en la zona euro”.
El petróleo en Estados Unidos pasaba a positivo tras los datos de EIA.