Justo para el cambio de año, las noticias procedentes de Irán han hecho aguzar los oídos a los inversores de los mercados petroloeros. Con la disputa nuclear como telón de fondo, el régimen de Teherán amenazó con bloquear temporalmente el abastecimiento de petróleo procedente del Golfo Pérsico.
No es la primera vez que Irán amenaza con una medida similar, pero los expertos coinciden en que el precio del crudo podría dispararse si el conflicto escala y se llega a producir un bloqueo efectivo de la principal arteria mundial de abastecimiento marítimo de petróleo. El régimen de los ayatolás volvió a saltar además a los titulares con sus pruebas militares.
En medio de nuevas tensiones con Estados Unidos, Irán, miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), probó sus misiles de crucero más modernos. Esas maniobras navales siguen a la amenaza del gobierno de Mahmud Ahmadineyad de “no permitir el paso de una gota más de petróleo a través del estrecho de Ormuz”.
“Si realmente Irán hiciera realidad la amenaza del bloqueo, el precio del petróleo se dispararía”, advirtió el experto en materias primas Frank Schallenberger, del banco alemán Landesbank Baden-Württemberg (LBBW).
Por ahora, las reservas estratégicas de los países industriales occidentales podrían equilibrar una posible fase de estrangulamiento del abastecimiento. “Pero las reservas son limitadas”, advierte Schallenberger. Según el experto, si la situación escala, los precios del crudo podrían incrementarse hasta un 20 por ciento. En el caso de un bloqueo duradero, el precio del petróleo podría alcanzar incluso un nuevo récord, apunta el analista. Se podrían superar los casi 150 dólares por barril (159 litros) de 2008.
En la actualidad el barril de West Texas Intermediate (WTI) cuesta 98,83 de dólares mientras el que el de Brent se paga a 107,38 dólares. Schallenberger considera sin embargo poco probable que se produzca un bloqueo duradero del abastecimiento de crudo procedente del Golfo Pérsico.
Los países vecinos de la región, la más rica del mundo en petróleo, tienen sin duda interés en mantener el paso libre a través del estrecho de Ormuz. Si Irán decidiese limitarlo, la presión sobre el régimen de Ahmadineyad sería enorme.
Los riesgos geopolíticos hicieron oscilar en los últimos años una y otra vez los precios de esta materia prima. El último sobresalto llegó el verano pasado de la mano de la guerra civil en Libia, que redujo prácticamente a cero las exportaciones del país norteafricano, miembro también de la OPEP.
En realidad, los expertos ya cuentan con una subida de los precios del petróleo incluso sin que se produzca un bloqueo en el Golfo Pérsico.
La causa, además de la enorme demanda de las regiones emergentes de Asia, es la política monetaria de los principales bancos centrales. Según Thilo Heidrich, del Postbank, “la política monetaria extremadamente expansiva aumenta el riesgo del aumento de los precios del petróleo”.
Un “aumento desenfrenado de la cantidad de dinero podría caldear también los precios del crudo”, advierte. Es decir, con o sin crisis en el Golfo Pérsico, los consumidores deben prepararse para un probable aumento del coste del petróleo.