Agustín Eusse Almeida. Editor Sociedad
Una especie de enclaustramiento viven las universidades y politécnicas públicas y particulares en estos días. La gran mayoría, si no son todas las 71 registradas, ha preferido ser cómplice del silencio ante la oleada de críticas a su débil gestión académica e investigativa.
Pero también, y como ocurre siempre en el país cuando se trata de debatir y buscar soluciones a los problemas de la educación o la salud, la sociedad y los sectores productivos también callan. Lo hacen los padres de familia, los estudiantes, los profesores, la Iglesia, las empresas, algunos medios de comunicación…
Y el mismo Gobierno, con su tan mentada reforma a la Ley de Educación Superior que lo único que ha hecho hasta ahora es descalificar a los rectores y ha negado la posibilidad de abrir un debate nacional que encuentre las pistas de esa nueva universidad que el país reclama. Como ya ocurrió con la imposición de las pruebas de evaluación a los maestros fiscales de la educación básica, la Senplades (Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo), al parecer, también pretende imponer sus criterios por decreto, esta vez a través de la Asamblea.
El Consejo Nacional de Educación Superior (Conesup) y el Conea (Consejo de Evaluación y Acreditación) tampoco han querido asumir un ejercicio de autocrítica, pues ambos entes son los responsables de que el ‘fraude académico’ (llamado así por la baja calidad de la oferta universitaria) crezca sin control.
No es nada saludable que el Conesup haya lanzado un informe con cifras negativas que develen de cuerpo entero la crisis universitaria y a día seguido, varios de sus rectores salgan a las marchas de protesta contra el Gobierno, de brazo de Marcelo Rivera, principal de la FEUE y militante del MPD, acusado de auspiciar actos violentos contra docentes, estudiantes, ex diputados, periodistas.
En el país creo que nadie estará opuesto a un cambio de perfil de la educación, en todos sus niveles, pero con ese escenario de confrontación al que se ha llegado será poco probable que se lo logre.