La historia de Quito está llena de eventos naturales, entre ellos, aluviones, deslizamientos e inundaciones que han generado un impacto negativo en las comunidades cercanas y han puesto a prueba la capacidad de reacción de las autoridades municipales de turno.
La casa de Angelita Ankuash está ubicada en el sector de La Comuna. Desde que el aluvión del pasado 31 de enero de 2022 arrasó con todo a su paso y cobró la vida de 28 personas, su paz y su tranquilidad se vieron afectadas.
Con la lluvia y con la tala indiscriminada, ella teme que en este sector se produzcan deslizamientos de tierra y que su vivienda resulte afectada. Según revela el análisis preliminar del flujo de lodos de la quebrada El Tejado, presentado por la Universidad Central del Ecuador (UCE), la casa de Ankuash y otros 12 predios se encuentran en zona de riesgo.
Al igual que esta zona, Quito está expuesto a múltiples amenazas como son erupciones volcánicas, incendios, inundaciones o deslaves. Por ello, la gestión de riesgos de desastres debe ser una prioridad en la agenda municipal, sostienen expertos.
Jorge Ordóñez, director de Gestión Riesgos del Municipio, explica que se está trabajando en conjunto con otras dependencias del Cabildo en un Plan de Reducción de Riesgos, que comprende inspecciones periódicas y limpieza de las infraestructuras que tiene la ciudad como colectores, alcantarillados, sumideros, entre otros.
Entre otras acciones, contemplan un plan de respuesta, que consiste en una guía para las distintas instituciones que forman parte del Sistema Metropolitano de Gestión de Riesgos. La idea es aportar con información para generar una respuesta frente a sus competencias y responsabilidades ante algún desastre o emergencia.
No existe presupuesto definido
Este plan de respuesta es un documento que da lineamientos a diferentes tipos de emergencias que pueden ocurrir en Quito. En este caso no se cuenta con un presupuesto definido, pero cada institución debe prever sus recursos humanos, logísticos, tecnológicos para una adecuada respuesta a emergencias, señala Ordóñez.
Comenta que desde el Municipio de Quito están trabajando en estrategias a corto, mediano y largo plazo para prevenir los desastres naturales y que exista una respuesta inmediata.
A mediano plazo se está trabajando en conjunto con la Agencia de Cooperación Japonesa en cuatro fases: La primera se centra en generar capacidades y fortalezas del personal técnico para evaluar lo que se conoce como la amenaza por movimientos en masa. En esta etapa se va a generar insumos técnicos, mapas, manuales para analizar el nivel de riesgo natural.
La segunda fase consiste en evaluar el riesgo, definir cuál es la población que está expuesta a estos fenómenos naturales y las pérdidas que se puede ocasionar. Mientras que la tercera etapa consiste en fortalecer el sistema de monitoreo para conocer cuándo las lluvias pueden ocasionar aluviones o deslizamientos.
Este plan, según Ordóñez, ya está en marcha hace unos tres meses; es un proyecto que durará cuatro años y durante este tiempo se van a desarrollar estas fases.
Ante este plan que ha desarrollado el Municipio, a través de la Secretaría de Riesgos, también se encuentra el plan de reubicación voluntaria de las familias que habitan en zonas de riesgo.
Mónica Sandoval, concejal de Quito, explica que desde el Concejo de Quito se está trabajando en un proyecto normativo para personas que están ubicadas en zonas de alto riesgo no mitigables. Estas podrían acceder a procesos de relocalización, de expropiación o acceder a planes de reconstrucción de las viviendas.
Desde el año 2009, 685 asentamientos han sido regularizados en el Distrito Metropolitano y es por esta razón que se debe trabajar en un plan de prevención para mitigar los riesgos, dice la edil.
Para Cristian Rivera, especialista en gestión de riesgos, el aluvión no obedece únicamente a causas naturales. Entre las principales razones también están la deforestación de las laderas, el relleno de quebradas y la poca planificación en la construcción.
Una advertencia desde 1988
En su informe sobre las quebradas y riesgos naturales en Quito de 1988, el investigador francés Pierre Peltre ya advertía de los peligros de rellenar las quebradas.
En 2012, a través de la resolución C-350, las quebradas del Distrito Metropolitano de Quito fueron declaradas como patrimonio natural.