Un grupo coliseo de la ciudad de Chania, en la isla de Creta, ha sido acondicionado por las autoridades griegas como albergue temporal para inmigrantes. Foto: AFP
El plan de tres fases acordado por la Unión Europea (UE) para hacer frente al tráfico ilegal de migrantes busca evitar tragedias con cientos de muertos como las recientes, pero incluye algunos elementos controvertidos, como la intervención militar en puertos o territorio libio. A continuación, un detalle de cada punto del plan y los argumentos a favor y en contra de cada uno:
Fase 1: La UE utilizará todos los instrumentos de reconocimiento disponibles, como satélites o drones, para estudiar las actividades de traficantes. En este marco podrían vigilarse también los teléfonos móviles y otros canales de comunicación de los traficantes.
A favor: Las tareas de reconocimiento son básicas para que una misión militar contra las bandas de traficantes tenga éxito. Podrían evitar la muerte de muchos migrantes que pierden la vida en naufragios, porque los barcos que viajen hacia Europa serían identificados. En la mayoría de los casos estas embarcaciones están en tan mal estado y tan sobrecargadas que hay grandes posibilidades de que nunca lleguen a la costa.
En contra: El monitoreo en general no es problemático. Hay algunos países que aseguran, sin embargo, que si se mejoran las acciones de rescate marítimo esto podría provocar un mayor flujo de migrantes.
Fase 2: En esta etapa la UE podrá detener, registrar y confiscar los barcos utilizados por traficantes en alta mar o en aguas libias.
A favor: Si la UE logra frenar una cantidad importante de embarcaciones, las bandas de traficantes podrán trasladar menos migrantes hacia Europa y ganar menos dinero. La cifra de refugiados caería, así como el riesgo de que ocurra una tragedia.
En contra: Las misiones contra barcos con traficantes a bordo pueden ser peligrosas para los soldados europeos de la Marina, así como para los migrantes. En el peor de los casos los delincuentes podrían reaccionar con violencia a una confiscación y utilizar a los migrantes como rehenes o escudos humanos.
Fase 3: Intervenciones militares contra bandas de traficantes en puertos o territorio libio.
A favor: Se supone que sólo se autorizarán operaciones de este tipo para actuar de manera más efectiva contra los traficantes. En este caso también se presume que bajaría el número de refugiados y el riesgo de tragedias.
En contra: Las acciones en puertos y territorio serían más peligrosas que las marítimas. Además, sería difícil que las operaciones militares en Libia reciban el visto bueno de las autoridades locales y del Consejo de Seguridad de la ONU. Por otra parte, los críticos creen que esto podría tener un efecto negativo en los esfuerzos de paz en Libia. De cualquier manera, la cantidad de personas que quieren emigrar a Europa no variará por operaciones militares. Se presume que muchos migrantes intentarían ingresar al bloque por su cuenta, como por ejemplo a través del enclave español de Melilla, en el norte de África, desde donde intentar el cruce. Además, algunos expertos creen que en el tráfico de migrantes rige lo mismo que para otros tipos de delincuencia, o sea, es posible contenerla, pero no erradicarla completamente.