Numerosos medios de comunicación se concentran ante la residencia de discapacitados psíquicos en Sagamihara. Foto: EFE
El presunto autor de la masacre en una residencia de discapacitados psíquicos en Japón detalló sus planes y sus motivos para el ataque, en una carta enviada a un diputado japonés en febrero y publicada el 27 de julio íntegramente por los medios nacionales.
Satoshi Uematsu, sospechoso de la masacre perpetrada en la madrugada del 26 de julio que dejó al menos 19 muertos y 26 heridos, explicó cómo iba a llevar a cabo la matanza en una misiva que fue objeto de una investigación policial y que dio lugar a su internamiento temporal en un psiquiátrico.
“El plan será llevado a cabo durante el turno nocturno, cuando hay poco personal. El objetivo serán dos instalaciones donde residen muchos discapacitados múltiples. Los trabajadores de guardia serán maniatados con cables para que no puedan moverse ni contactar con el exterior”, señala la carta fechada el pasado 14 de febrero.
“El acto será ejecutado con rapidez y sin dañar en absoluto al personal. Después de eliminar a 260 personas en las dos instalaciones, me entregaré”, explica Uematsu, quien a continuación hace varias peticiones a las autoridades para cumplir una condena de dos años y “ser libre” después.
Uematsu cometió supuestamente la matanza en un centro de discapacitados psíquicos en la localidad de Sagamihara (prefectura de Kanagawa a unos 50 kilómetros al oeste de Tokio), en el que había trabajado desde finales de 2012 hasta el pasado febrero, aunque en su carta no detallaba cuáles serían los objetivos de su “plan”.
Tras los hechos, Uematsu se entregó en una comisaría de policía próxima a la residencia llevando consigo los cuchillos que empleó en el ataque.
La misiva estaba dirigida a Tadamori Oshima, diputado de Kanagawa en la Cámara Alta del Parlamento japonés, aunque el sospechoso se la entregó a un policía al no poder hacérsela llegar personalmente a éste, según dijeron fuentes de la investigación a la cadena estatal NHK.
“He decidido emprender la acción hoy por el bien de Japón y del mundo”, señala el sospechoso en la carta, donde añade que su meta es “lograr un mundo en el que las personas con discapacidades múltiples puedan recibir la eutanasia (…)”.
“Creo que actualmente no hay ninguna solución para el modo en que viven los individuos con discapacidades múltiples. Los discapacitados sólo pueden crear miseria”, añade.
Además de en esta carta, Uematsu había anunciado sus intenciones a sus compañeros de trabajo y a algunos de sus conocidos, por lo que fue investigado por la policía y sometido a pruebas psiquiátricas.
Los especialistas médicos consideraron que podía ser peligroso y decidieron internarlo en un centro psiquiátrico a mediados de febrero -en las mismas fechas en que Uematsu abandonó su empleo en la residencia de discapacitados-, aunque fue dado de alta doce días después.
Las autoridades concluyeron entonces que su estado había mejorado y que ya no suponía ningún riesgo, según explicó en rueda de prensa en la víspera un portavoz del ayuntamiento de Sagamihara.
Uematsu continúa bajo detención, y está previsto que declare el 27 de julio ante la fiscalía y que ésta presente cargos de homicidio contra él.
El suceso ha conmocionado al país asiático al tratarse de uno de los crímenes más sangrientos de su historia reciente.