Con 29 años de carrera diplomática, Ernesto Araújo cumplió tareas en Bruselas, Berlín, Ottawa y Washington, pero nunca estuvo al mando de ninguna embajada. Foto: AFP
El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, nombró ministro de Relaciones Exteriores a Ernesto Araújo, un diplomático alineado con su perfil ultraderechista, a quien confiará la tarea de dar un vuelco a la política externa de la mayor potencia latinoamericana.
“La política externa brasileña debe ser parte del momento de regeneración que vive Brasil. Informo a todos la nominación del Embajador Ernesto Araújo, diplomático desde hace 29 años y un brillante intelectual, a cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores”, tuiteó Bolsonaro.
Junto al presidente electo, el futuro canciller afirmó luego a periodistas en Brasilia que su misión será “asegurar que este momento histórico y extraordinario que Brasil está viviendo con la elección de Bolsonaro se traduzca” en la política exterior.
“Una política efectiva, en función del interés nacional, una política de un Brasil actuante, feliz, próspero”, añadió.
Bolsonaro afirmó que Araújo cuenta con todas las credenciales para el cargo y que “algunas instituciones perdieron su brillo en los últimos años. Queremos al Ministerio de Relaciones Exteriores brillando”.
Araújo, de 51 años, es actualmente jefe del Departamento de Estados Unidos, Canadá y Asuntos Interamericanos del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Con 29 años de carrera diplomática, cumplió tareas en Bruselas, Berlín, Ottawa y Washington, pero nunca estuvo al mando de ninguna embajada.
“Ernesto Araújo está más que tallado para bien servir a Brasil”, afirmó el actual canciller Aloysio Nunes en un comunicado.
Desempeñó su cargo al frente del área de Estados Unidos “con gran competencia, dedicación y espíritu público”, añadió Nunes, que dijo haber recibido su nominación “con mucha satisfación”.
Admirador de Trump y escritos anti-izquierda
En el segundo semestre de 2017, un artículo académico de Araújo en la revista Cuadernos de Política Exterior del Instituto de Investigación de Relaciones Internacionales llamó la atención.
En “Trump y Occidente”, Araújo afirma que el presidente estadounidense tiene la misión de “salvar” la civilización occidental, su fe cristiana y sus tradiciones nacionales.
Y se pregunta si Brasil seguirá la misma vertiente.
Lejos del tono formal que mostró ante los periodistas este miércoles 14 de noviembre, Araújo había expresado su apoyo a Bolsonaro ya durante la campaña electoral, a través de varias publicaciones en un blog online llamado “Metapolítica 17”, según reportes de la prensa brasileña.
Identificándose con su nombre propio, en algunas de sus entradas reproducidas por la prensa descalificó al izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. Y advirtió que un eventual gobierno de Fernando Haddad -derrotado por Bolsonaro- sería “un imperio del delito”, apoyado por “las oligarquías nacionales y un nuevo eje socialista latinoamericano, bajo los auspicios de la China maoísta que dominará el mundo”.
Al presentarse como autor del blog escribió: “El globalismo es la globalización económica que pasó a ser piloteada por el marxismo cultural. Esencialmente es un sistema antihumano y anticristiano. La fe en Cristo significa, hoy, luchar contra el globalismo, cuyo objetivo último es romper la conexión entre Dios y el hombre, tornando al hombre en un esclavo y a Dios irrelevante”.
Política externa, ¿giro radical?
El nombre de Bolsonaro para el ministerio de Relaciones Exteriores era aguardado con gran expectativa, después que el mandatario electo se viera envuelto en polémicas por su anuncio de que trasladaría la embajada brasileña en Israel de Tel Aviv para Jerusalén, siguiendo la senda de Estados Unidos.
Tras la reacción negativa de países árabes -importantes compradores de carne brasileña- Bolsonaro afirmó la semana pasada que el tema todavía no estaba definido y consultado por una periodista este miércoles respondió: “Cuando asuma [el gobierno] el 1 de enero, tendrás mi respuesta”.
En su campaña, hizo de Venezuela uno de sus blancos favoritos de críticas. Y este miércoles fustigó a “la dictadura” de Cuba, después que este país anunciara el fin de la cooperación médica con Brasil, en respuesta a las condiciones que el presidente electo quería imponerle a la isla.
En líneas generales, Bolsonaro ha prometido “incrementar la cuestión de negocios con todo el mundo, sin sesgo ideológico”, aunque todavía no está claro cómo manejará la estratégica relación con China, o las decisiones que tomará en relación al Mercosur (formado también por los vecinos Argentina, Paraguay y Uruguay), después de dar señales de que no dará prioridad al bloque regional.
Bolsonaro, que esta semana se reunió con embajadores de Francia, Reino Unido, Chile y Emiratos Árabes Unidos, también le prometió al gobierno ultranacionalista italiano que extraditaría al exmilitante de izquierda Césare Battisti, condenado a cadena perpetua en el país europeo.