En una columna difundida por el medio estadounidense The New York Times, la primera ministra de Nueva Zelanda Jacinda Ardern cuenta que vio el video del ataque contra dos mezquitas de Christchurch sin darse cuenta. Foto: AFP.
La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, vio sin darse cuenta el video del ataque contra dos mezquitas de la ciudad de Christchurch, donde murieron 51 personas que fue transmitido en directo por las redes sociales.
“Yo uso y manejo mis redes sociales como todo el mundo. Me dà cuenta del alcance del video (del ataque) fue enorme, porque yo misma lo vi sin darme cuenta”, confesó por primera vez Ardern en un artÃculo de opinión publicado este 11 de mayo del 2019 en el diario estadounidense The New York Times.
​
La mandataria afirmó que mucha gente vio las imágenes porque se “reprodujeron de manera automática” debido a los ajustes en sus perfiles y que muchos no sabÃan en un principio de qué se trataba.
“¿Cómo podrÃa estar tan disponible algo tan atroz?”, se pregunta en el artÃculo la primera ministra neozelandesa, según recoge el diario New Zealand Herald.
​
Ardern viajará la próxima semana a ParÃs para presidir junto al presidente francés, Emmanuel Macron, una reunión internacional orientada a combatir el terrorismo en las plataformas en lÃnea.
​
El australiano Brenton Tarrant, de 28 años, es acusado de múltiples cargos de asesinato e intento de asesinato tras disparar a quemarropa contra decenas de musulmanes que se encontraban dentro de dos mezquitas de Christchurch el pasado 15 de marzo del 2019.
El atentado fue grabado y retransmitido en directo por las redes sociales, donde plataformas como YouTube o Facebook retiraron en 24 horas centenares de miles de copias de las imágenes del atentado.
“Este ataque fue parte de una nueva tendencia horrible que parece estar extendiéndose por todo el mundo: fue diseñado para ser transmitido en Internet“, apunta Ardern.
LÃderes mundiales y representantes de la industria tecnológica buscarán desde el miércoles alcanzar un compromiso para evitar la divulgación en Internet de contenido terrorista y garantizar la rápida eliminación o la no publicación de videos en redes sociales como herramienta para difundir los ataques.