En el primer encuentro directo que mantuvieron ayer, 25 de enero, representantes del Gobierno y de la oposición siria a puerta cerrada en Ginebra, solo tomó la palabra el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Lakhdar Brahimi. El diplomático actuó como mediador, según informaron representantes de las dos partes.
En el primer encuentro entre los bancos enfrentados durante casi tres años de guerra civil, los delegados del Régimen y de la oposición mantuvieron un férreo silencio. La reunión duró unos 40 minutos. El embajador sirio en la ONU, Bashar al Yafari, dirigía la delegación del Gobierno, mientras que el activista Hadi al Bahreh encabezaba el equipo de la oposición.
El primer tema concreto que se pretendía tratar era un alto el fuego en la ciudad de Homs, asediada por las tropas del presidente Bashar al Asad. Según Anas al Abde, de la delegación opositora, su propuesta contempla un alto el fuego de entre una a dos semanas en la ciudad, y si todo transcurre bien, podría ampliarse a toda la provincia.
Según círculos de las delegaciones negociadoras, duranteel en cuentro Brahimi insistió en que el objetivo de las negociaciones es poner fin al conflicto sobre la base del acuerdo de Ginebra 1, adoptado en junio del 2012, que contempla -entre otras cosas- la formación de un Gobierno de transición con la participación de la oposición.
Esa cuestión ya dificultó las conversaciones el viernes, cuando estaba previsto el encuentro directo entre las dos partes. Pero se pospuso para ayer, después de que la delegación del Gobierno se negara a la formación de un Gobierno conjunto. Eso obligó al mediador Brahimi a reunirse por separado con las dos delegaciones, para evitar el fracaso de la conferencia.