David Duckenfield, comandante de la policía en el estadio del estadio de fútbol de Hillsborough, llega a la corte en Preston, en el noroeste de Inglaterra, para enfrentar un juicio por la muerte de 95 simpatizantes del Liverpool, 30 años después de la tragedia del 14 de enero de 2019. Foto: AFP
Treinta años después del drama, un ex responsable de la policía británica es juzgado a partir de este lunes por la muerte de 95 hinchas del Liverpool, tras una avalancha humana en el estadio de Hillsborough (Sheffield) , en 1989.
En total 96 hinchas del Liverpool murieron en esta tragedia, la peor de la historia en el deporte británico, durante el partido de semifinales de la Copa de Inglaterra que enfrentó a los Reds con el Nottingham Forest, el 15 de abril de 1989.
Cuando los hinchas del Liverpool se agolpaban en los torniquetes de entrada porque se acercaba el inicio del partido, la seguridad del estadio abrió una puerta que conducía a una parte reservada para aliviar la presión. Pero los hinchas llegaron a una tribuna que ya estaba repleta de gente.
Entonces se desencadenó la avalancha, provocando la muerte de 94 personas, aplastadas contra la reja que separaba el campo de las gradas. Más tarde fallecieron otras dos personas.
El entonces encargado del dispositivo de seguridad en el estadio, el excomisario David Duckenfield está imputado por homicidio involuntario por grave negligencia en 95 de las 96 muertes.
Actualmente retirado, Duckenfield no será juzgado por una de las víctimas, Anthony Bland, fallecido por las heridas sufridas cuatro años más tarde, debido a que la ley en vigor en esos años no permitía la acusación en este caso.
El policía acusado se ha declarado no culpable.
La hora del juicio
Su juicio, cuya duración no ha sido precisada, se celebrará en el Tribunal de Preston, ciudad situada a unos 40 kilómetros al norte de Liverpool. La acusación comenzará a presentar su ‘dossier’ tras la designación de los 12 miembros del jurado.
Acusado por no haber respetado las reglas de seguridad, Graham Mackrell, exsecretario general del Sheffield, cuyo estadio acogía el partido, también está imputado. Igualmente se ha declarado no culpable.
Los servicios de la Fiscalía (CPS) anunciaron en junio de 2017 la intención de continuar con el caso, tras un largo combate por parte de las familias de víctimas para obtener justicia.
“Mostraremos que la incapacidad de David Duckenfield para asumir sus propias responsabilidades contribuyó de manera importante en los fallecimientos”, señaló el ministerio fiscal.
Otros dos expolicías, Donald Denton y Alan Foster, así como el abogado retirado Peter Metcalf, que había representado a las autoridades, serán juzgados en septiembre, acusados de haber intentado acallar el caso y poner trabas a la justicia.
El drama de Hillborough empujó a las autoridades a cambiar radicalmente las normas de seguridad en los estadios ingleses, terminando con las plazas de pie en las gradas y con las rejas que separaban el terreno de juego de las gradas.