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Ellas también tienen el control de los videojuegos

Monserrat Lecaros,

El Mercurio de Chile, GDA

En torno a los videojugadores existen muchos mitos: estudian y trabajan de día y juegan de noche. Invierten grandes cantidades de dinero solo para obtener el último producto disponible en su tienda favorita. Y compiten sin dar tregua.

En medio de esta selva convive la mujer gamer , personaje poco respetado entre sus pares masculinos, quienes tienden a menospreciar su conocimiento en esta área. Hoy las gamers poco a poco se van posicionando como expertas, compartiendo su tiempo entre su familia, el trabajo y sus consolas. Cargar el celular y la PlayStation Portátil (PSP) son parte del rito de cada noche de Verónica Orellana (23). Sin importar la ocasión, su consola portátil la acompaña a todos lados. Verónica tiene claro que al terminar su carrera en la universidad, sus primeros ingresos irán directo a parar a una tienda de videojuegos. Así como ella, muchas mujeres ya no temen declararse fanáticas por los videojuegos. Y hoy los hombres se están viendo obligados a dejar sus prejuicios a un lado y aceptarlas como oponentes.

Marcela Retamales (21 años) desde muy pequeña cultiva su afición por los videojuegos. Su primera consola fue una Dreamcast y juegos como Sonic y Súper Mario Bros marcaron su infancia. Desde entonces no ha dejado de jugar y probar los últimos lanzamientos. Desde los 18 años trabaja en tiendas de videojuegos y asegura que cada experiencia es increíble. Hoy, es gerente de la tienda Zmart, especializada en videojuegos, en el Mall Paseo Quilín.

Para disfrutar de este estilo de vida se debe invertir y Marcela lo tiene claro. “El año pasado llegué a gastar más de 150 000 pesos (311 dólares) al mes en los últimos juegos y accesorios relacionados. La tecnología siempre es cara”. Son los juegos casuales con diseños más entretenidos como Farm Town los que las conquistan. También están Cooking Mama, The Sims, entre otros.