Los conservadores liderados por David Cameron ganaron las elecciones generales británicas de ayer, pero sin lograr la mayoría absoluta, según sondeos a pie de urna, un resultado que podría sumir a Gran Bretaña en la incertidumbre sobre su futuro político.
Los ‘Tories’ lograrían 305 diputados, 21 menos que la mayoría absoluta de 326 de los 650 escaños del Parlamento, según una actualización de la encuesta difundida por las televisiones británicas BBC, Sky e ITV.
Los laboristas del primer ministro Gordon Brown obtendrían 255 y los liberal demócratas de Nick Clegg, 61, dos menos que en la legislatura saliente, pese a que animaron esta campaña.
Si se confirma, será el primer ‘hung parliament’ (colgado o sin mayoría absoluta) en Gran Bretaña desde 1974, situación que preocupa a los mercados.
Cameron, de 43 años, declaró esta madrugada que estos resultados demostraban que el país quería “un cambio” tras 13 años ininterrumpidos de laborismo. “Creo que está claro que el Gobierno laborista ha perdido su mandato para gobernar el país”, dijo tras ser reelegido por la circunscripción de Witney.
Varios diputados laboristas, sin embargo, se refirieron a la posibilidad de tratar de formar una coalición con los liberal demócratas.
“Las reglas son que si hay un ‘hung parliament’ no es el partido con el mayor número de escaños el que tiene prioridad, sino el Gobierno saliente”, declaró el ministro de Comercio, Peter Mandelson. Según la convención constitucional británica, el Primer Ministro saliente puede dimitir o seguir en el poder para tratar de formar un gobierno y someterlo a la confianza del parlamento.
En una comparecencia posterior en Escocia, Gordon Brown prometió “jugar su papel para que Gran Bretaña tenga un gobierno fuerte, estable y de principios, capaz de liderar al país a una recuperación económica duradera”.
Anoche, con el 40% de las circunscripciones escrutadas. El Partido Conservador se aseguraba 104 escaños (34,0%), el Laborista, 100 (28,4%), el Liberales Demócrata, 14 escaños (21,1%).
Más de 45 millones de británicos estaban convocados a las urnas y cientos de ellos se quedaron sin votar debido a las largas colas.
Los temas de campaña
La campaña electoral estuvo dominada por la televisión, y en especial por los tres debates que propulsaron al desconocido Nick Clegg, de 43 años, a una tasa de popularidad que ningún político había vuelto a alcanzar desde Winston Churchill en 1945.
La economía, cuando Gran Bretaña sale con dificultades de su peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, fue el tema central de la campaña electoral, junto con la inmigración y la reforma electoral.