Unos 135 millones de brasileños retornan hoy a las urnas con el fin de escoger al sucesor del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, en elecciones que tienen a la oficialista Dilma Rousseff como franca favorita, según los sondeos, sobre su adversario José Serra.
Vencedora del primer turno el 3 de octubre, la ex jefa de Gabinete de Lula encabeza todas las encuestas de intención de voto con una ventaja de entre 10 y 15 puntos porcentuales sobre el opositor socialdemócrata Serra.
Rousseff y Serra participaron anteanoche del último debate por televisión, respondiendo preguntas de electores indecisos sobre diversos temas, lo que impidió que se repitiera el áspero intercambio de acusaciones que marcó los últimos encuentros entre ambos. Ayer, en cambio, Rousseff movilizó, en un barrio popular de Belo Horizonte (sudeste), a una entusiasta multitud en su último acto público y arengó a confiar en la victoria.
“Represento un proyecto que inició el presidente Lula y que yo tengo responsabilidad de dar continuidad”, dijo a la prensa a la orilla de un lago de Pampulha.
El candidato de la oposición José Serra cerró ayer su campaña para el balotaje presidencial de hoy intentando captar votos en el estado de Minas Gerais (sureste), confiado en poder revertir su desventaja ante Dilma Rousseff.
Serra afirmó que, si llega a comandar el país, hará un gobierno “sin venganzas, sin odios” y que los electores de Dilma “no serán tratados como enemigos a ser destruidos”. El candidato tucano volvió a hablar acerca de la necesidad de “reestatizar” las empresas estatales, para sacar de sus comandos los partidos políticos y los grupos de interés.
José Serra
Nacido en Sao Paulo, en 1942.
El político paulista que busca la Presidencia por segunda vez
Candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), José Serra, de 68 años, nació en el barrio de inmigrantes italianos Mooca, en Sao Paulo, que asistió a la escuela pública y formó parte de la clase media baja de los años cincuenta. Inició su carrera política como presidente izquierdista de la Unión Nacional de Estudiantes.
En 1964 debió, con el golpe militar que derribó a Joao Goulart, refugiarse por tres meses en la Embajada de Bolivia, tras lo cual logró un salvoconducto que lo condujo a Francia. Un año después regresó a Brasil, pero su nombre estaba en las listas de buscados por el Régimen y se exilió en Chile durante ocho años.
Allí estudio en la Escuela de Economía de la Universidad de Chile y conoció al sociólogo Fernando Henrique Cardoso, también exiliado de la dictadura brasileña y luego Presidente. Se casó en Chile con Mónica Allende, una bailarina del ballet de la Universidad de Chile. Con ella debió emigrar tras el golpe de Augusto Pinochet el 11 de setiembre de 1973 contra Salvador Allende.
Allende, sin vinculación con el ex presidente Salvador Allende, es la principal colaboradora electoral de Serra. Ambos tuvieron dos hijos. Desde Chile, Serra fue a vivir a Estados Unidos y regresó en 1978 a Brasil, tras la Ley de Amnistía de la dictadura que permitió el regreso de los exiliados.
Serra participó en el Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB) en los años ochenta y se sumó luego al Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). En ese partido tuvo sus principales logros, sobre todo porque Cardoso (1995-2002) lo nombró ministro de Planificación y luego ministro de Salud.
Conocido por trabajar y hacer gimnasia por la madrugada, Serra es un meticuloso trabajador que no tiene problemas en dejar en ridículo a sus colaboradores si desconocen algún dato del área, en busca de lo que llama la excelencia de la gestión pública. Fue así que ganó popularidad como ministro de Salud de Cardoso, al expandir la política nacional de medicamentos genéricos, hoy su principal bandera política.
En el 2002 fue el candidato oficialista y perdió en balotaje contra Lula, tras lo cual su carrera se encaminó a ganar la Alcaldía de Sao Paulo. Prometió ante escribano terminar su función, pero dos años más tarde renunció para ser gobernador del estado de Sao Paulo, el más poderoso del país.
Serra, considerado progresista por su vida política, apeló en la campaña a la religiosidad. Acusó a la ‘ex guerrillera’ Rousseff de estar a favor del aborto. Así empezó una campaña de difamación en los sectores más conservadores de las iglesias católica y evangélica.
El tema del aborto terminó siendo un búmeran para el ex gobernador de Sao Paulo, porque el diario Folha y la cadena Record publicaron que dos ex alumnas de Mónica Allende revelaron que la esposa de Serra se había hecho un aborto en los años setenta, en el exilio de Chile hacia EE.UU.
Dilma Rousseff
Nació en Belo Horizonte, en 1947
La candidata que promete seguir por el camino de Lula
‘Dilma, debes cambiar ese perfil de oficinista para identificarte más con el pueblo”, le recomendó, en marzo del 2008, el presidente Luiz Lula da Silva a su entonces jefa de ministros (Casa Civil). Lo hizo pensando en catapultarla como su candidata a Presidente en 2010.
Y nada, ni siquiera un fugaz cáncer linfático en el 2009, detuvo el ‘dedazo’ de Lula para convertirla en la sorpresiva candidata del Partido de los Trabajadores (PT) sin nunca haberse presentado a una elección. Rousseff es hija de una maestra brasileña que se casó con el inmigrante búlgaro Petar Rusev, cuyo apellido fue ‘aportuguesado’ a Rousseff.
Al contrario de Lula, nacido y criado en la máxima miseria del semiárido noreste del país, Rousseff creció en un hogar de clase media. El golpe de Estado de 1964 la encontró en el colegio secundario Estadual Central de Belo Horizonte, un polo de efervescencia de la izquierda de los 60.
A los 16 años militó en la organización Política Obrera y a los 19, luego de casarse con Claudio Galeno, pasó al Comando de Liberación (Colina), que derivó en el grupo Vanguardia Popular Revolucionaria Palmares, donde era parte de la organización. Fue perseguida por el Régimen.
Separada en 1969 de Linhares, en Var Palmares conoció a Carlos de Araujo, con quien tuvo en 1976 a su única hija, Paula, que el mes pasado le dio el primer nieto, Gabriel. Antes de haber sido detenida en enero de 1970, según admitió al diario Folha de Sao Paulo el 21 de febrero, participó de entrenamiento militar en una chacra de Uruguay, cerca de la frontera con Brasil.
Fue torturada durante 22 días seguidos con ‘shocks’ eléctricos, ahogamiento y golpes. Cuando salió de la cárcel, se mudó a Porto Alegre, donde tuvo a su hija y se recibió de economista en la Universidad Federal de Río Grande do Sul. Con la Ley de Amnistía de 1979 aprovechó para sumarse al Partido Democrático Laborista.
Con el fin de la dictadura en 1985 fue secretaria de Hacienda en el gobierno de Porto Alegre, vencido por el PDT. Y en 1998 fue secretaría de Energía del Estado de Río Grande do Sul, con el gobernador Olivio Dutra, del PT, partido al cual se afilió en 199.
Afiliada al PT en 1999, su capacidad de gestión fue presentada a Lula en el 2002, luego de haber vencido las elecciones presidenciales. “Yo la vi mejor que todos los candidatos al Ministerio de Energía. Ella llegó con su ‘notebook’, hablaba claro y mostraba mucha competencia y entonces la elegí” , recordó Lula que la eligió para coordinar el gobierno. En 2009 le diagnosticaron un cáncer linfático que superó en pocos meses.
En enero pasado, recuperada del cáncer y con su cabello creciendo, lanzó el plan Mi Casa Mi Vida, para levantar un millón de casas populares. Dejó el cargo para ser la candidata presidencial. “Seguir el trabajo de Lula” es su lema y su objetivo primordial “erradicar la miseria y convertir a Brasil en un país desarrollado” .