Vecinos, trabajadores y niños de una guardería del barrio de Friedrichshain de Berlín fueron evacuados el 13 de julio durante varias horas tras descubrirse en el transcurso de unas obras una bomba soviética de la Segunda Guerra Mundial, que fue desactivada en el lugar por los artificieros de la policía.
Según explicó la Policía berlinesa, se trataba de una bomba de 100 kilogramos que no había estallado y que, por su mal estado, no podía ser trasladada a otro lugar.
Se estableció por ello un perímetro de seguridad de doscientos metros en torno al artefacto y se desplegó un equipo de cerca de un centenar de agentes para ayudar en el desalojo de los edificios afectados.
El hallazgo generó atascos en las calles aledañas y obligó a la interrupción de diversas líneas de metro, tren ligero y cercanías.
La compañía alemana de ferrocarriles Deutsche Bahn informó en un comunicado de la interrupción temporal de varias líneas y asesoró sobre rutas alternativas durante el parón.
La aparición de bombas de la Segunda Guerra Mundial es un hecho recurrente en Alemania, aunque en la gran mayoría de los casos suele tratarse de artefactos lanzados por los aviones aliados durante la contienda.
La mayor evacuación en el país ocurrió en 2011 en Coblenza, donde 45 000 personas tuvieron que abandonar sus domicilios para poder desactivar una bomba de la aviación británica de 1,8 toneladas.