Empleados de cadenas de comida rápida protestaron en las calles de Los Ángeles. Foto: AFP
Los empleados de las cadenas de comida rápida (‘fast food’) de 150 ciudades de Estados Unidos hicieron hoy (4 de septiembre de 2014) una huelga en reclamo de un incremento del salario mínimo de USD 7,25 a 15 la hora, durante la cual hubo más de un centenar de arrestos por situaciones de desobediencia civil.
Miles de personas dejaron sus tareas desde la mañana y se lanzaron a la desobediencia civil para atraer la atención por lo que definen su derecho a tener un salario digno.
“Sabemos que será una batalla dura”, explicó a la televisión Latoya Caldwell, empleada de Wendy’s en Kansas City, Missouri, que debe mantener a cuatro hijos con su salario magro, aunque confía en que “venceremos”.
Desde Los Ángeles a Nueva York, los empleados de McDonald’s, Wendy’s y Burger King, al grito de ‘Fight for 15’ (lucha por los 15 dólares), desafiaron a las fuerzas del orden e ignoraron el hecho de que arriesgaban ser arrestados por sentarse en las calles e impedir la circulación.
Y los arrestos no se hicieron esperar para unas 70 personas, en particular en Nueva York, Detroit, Indianapolis y San Diego.
En Nueva York, la protesta se concentró en Times Square, e lugar más concurrido de la ciudad, donde unos 400 manifestantes se reunieron enarbolando leyendas como “unámonos por los 15 dólares y por los derechos sindicales”.
Los arrestos comenzaron cuando algunos de ellos se sentaron en la calle bloqueando la circulación. “Los arrestamos por alboroto”, dijo un vocero de la policía.
También llegó a Nueva York un grupo de personas provenientes de Ferguson, la ciudad de Missouri donde estallaron revueltas a mediados de agosto luego del asesinado de un adolescente negro desarmado a manos de un policía.
También estuvo presente un empleado de McDonald’s de 81 años que todavía debe trabajar porque no puede obtener su pensión debido a los salarios bajos que percibió.
La movilización nacional de hoy fue la culminación de una serie de huelgas que los empleados de cadenas de comida rápida iniciaron en Nueva York hace dos años.
A pesar de que todavía no obtuvieron algún resultado práctico, a nivel nacional hicieron surgir el debate sobre la necesidad de aumentar el salario mínimo.
El reclamo llegó al presidente Barack Obama, que incluyó el tema como una de las prioridades de su agenda social, al punto que, en febrero pasado, dio una señal aumentando el salario mínimo de los empleados federales a USD 10,10 la hora.