El avistamiento de 122 objetos flotando en el océano Índico, donde se concentra la búsqueda, devolvió las esperanzas de hallar los restos del avión Boeing 777-200 de Malaysia Airlines que desapareció el 8 de marzo del 2014 con 239 personas a bordo.
Mientras sigue la carrera contra el tiempo para hallar las cajas negras e intentar esclarecer las causas del accidente, los restos a flor del agua “representan la pista más creíble que tenemos”, dijo hoy el ministro de Transportes malayo Hishammuddin Hussein.
Los últimos relevamientos fueron provistos por los satélites europeos Airbus, sobre imágenes tomadas el domingo pasado.
Son objetos de distinto tamaño, en particular, el más grande de 23 metros de largo, que podría ser una de las alas del Boeing. El otro detalle que da esperanzas es el hecho de que algunos de los objetos son “claros”, dijo el ministro: si son de metal y están hace poco en el agua, eso explicaría el reflejo de la luz que genera tal condición.
Una misión multinacional, en la que participan Estados Unidos y China, compuesta de 12 aviones y varios buques ha rastreado hoy el área, luego de la suspensión causada ayer por el mal tiempo.
Empero, la zona donde están esparcidos los objetos avistados tiene 400 kilómetros cuadrados, y desde el domingo, las corrientes oceánicas en la zona, 2.500 kilómetros al suroeste de Australia, podrían haber esparcido aún más los posibles restos, que ya podrían estar distantes unos cientos de kilómetros del impacto del avión en el agua.
Y se debe considerar que el primer avistamiento de otros objetos sospechosos en el océano Índico data de hace diez días, y desde entonces ninguno de ellos fue reencontrado.
Aunque esta vez debería ser la vencida, no es automático el paso del primer resto del avión avistado al hallazgo de las cajas negras.
En esa área el océano tiene más de 3 000 metros de profundidad, y las cajas negras dejarán de enviar señales dentro de unos 10 días.
El sonar enviado por Estados Unidos está en condiciones de encontrarlas aún después, pero sólo si pasa cerca del fondo del mar.
Las cajas negras contienen las últimas dos horas de grabaciones de las voces en la cabina; dado que el Boeing siguió volando por más de siete horas desde el momento en que perdió contacto con la torre de control, y en sentido inverso a la ruta original Kuala Lumpur-Pekín, lo que sucedió a partir de ahí podría quedar en el misterio.
Desde la increíble sucesión de problemas técnicos que deja la cabina sin aire, hasta el acto desesperado de uno de los pilotos, ninguna posibilidad se excluye.
A tal propósito, el diario New Zealand Herald publicó hoy una entrevista a un colega, sin dar el nombre, del piloto Zaharie Ahmad Shah, según quien el comandante, con 18 000 horas de vuelo de experiencia, “no estaba en el estado mental para pilotar” debido a graves problemas conyugales.
En tanto, en Chicago se inició una demanda de las familias de los pasajeros a bordo del vuelo contra la aerolínea Malaysia Airlines y la fabricante de aviones Boeing, que tiene sede en la capital de Illinois. Una demanda que se preanuncia multimillonaria.