Montevideo. ANSA, DPA
El presidente uruguayo, José Mujica, convocó para hoy a los jefes militares a un acto durante el cual dará a conocer un mensaje. Esto, mientras se debate una iniciativa del Mandatario en torno a los ex represores de edad avanzada encarcelados por violar los derechos humanos durante la dictadura, entre 1973 y 1985.
Unos 350 militares, incluidos los jefes de las tres armas, participarán en la Base Aérea 2 de Santa Bernardina, en Durazno, a 180 kilómetros de Montevideo, del acto convocado de modo sorpresivo y por “decisión presidencial”.
El discurso se extenderá por unos 40 minutos y hay expectativa por su contenido en momentos en que se debate una mejora presupuestal de las FF.AA. y la política del nuevo Gobierno en materia de derechos humanos.
Mujica, que asumió el Ejecutivo el 1 de marzo en el segundo gobierno consecutivo de la alianza de izquierda Frente Amplio, es un ex guerrillero tupamaro encarcelado durante la dictadura.
Él anticipó que en su gestión busca construir y no “saldar deudas” con el pasado. En el marco de una reforma carcelaria que impulsa, Mujica reiteró el domingo recién llegado de una primera gira regional por Chile y Bolivia que avanza en la búsqueda de una herramienta legal que contemple una excarcelación anticipada o prisión domiciliaria para encarcelados por delitos de lesa humanidad que estén gravemente enfermos o tengan más de 70 años.
“Yo no quiero tener viejos presos. Viejos de 75, 80 años, no solo a los militares, ningún preso a esa edad”, dijo Mujica cuando aún era candidato. La iniciativa de Mujica, quien aclaró que no se trata de una “amnistía”, fue rechazada por organizaciones de ex presos políticos y también halla resistencias en la coalición.
Luis Puig, diputado oficialista y ex secretario de derechos humanos de la central obrera Pitcnt, se sumó ayer a las críticas, aunque aclaró que “la oposición es a liberar a los represores” de la última dictadura. No es posible considerar presos comunes a quienes cometieron delitos de lesa humanidad, secuestraron impunemente, violaron a presas y asesinaron a presos políticos”.
El encuentro con los militares, incluidos los jefes castrenses coincide con un informe preocupante sobre la situación socioeconómica de los integrantes de las armas.
Elaborado por el Comando General del Ejército, el reporte, divulgado ayer en el diario El Observador, señala que el 61% de los efectivos se encuentra por debajo de la línea de pobreza, el 13% de la oficialidad es considerada “pobre” y 4% del personal subalterno es “indigente”.
La informalidad es la característica de ‘Pepe’
“Dígale al mundo que somos distintos”, dijo ayer el presidente uruguayo José ‘Pepe’ Mujica, al ser fotografiado mientras almorzaba tranquilamente en un bar de Montevideo. Es algo que ha hecho al menos tres veces desde que asumió la primera magistratura el pasado 1 de marzo.
Con esa frase, Mujica quiso significar que en Uruguay, a diferencia de la mayoría de los países del mundo, los presidentes andan libremente sin necesidad de demasiadas medidas de seguridad.
Mujica, de 74 años, ex líder de la guerrilla tupamara, almorzó un “bife criollo con puré rústico”, dijo la cajera del Bar Madison, en el centro de la capital, a dos cuadras de la Torre Ejecutiva, donde el Presidente tiene su despacho y donde ayer tuvo distintas citas con miembros de su gabinete.
“Almorzó tranquilo con unos colaboradores; solo entraron a saludarlo unos niños”, dijo la cajera. Se sentó en una mesa, junto a la ventana, y comió mientras conversaba con sus acompañantes.
Un día después de asumir la Presidencia, Mujica sorprendió a propios y extraños cuando decidió parar en un viejo bar de la calle Camino Maldonado, en la periferia norte de Montevideo, para tomar un desayuno que incluyó café cortado con leche, bizcochos -facturas de harina- y agua mineral. Algunos días después, Mujica almorzó en el tradicional bar “La casa del Whisky”. AFP