Las lideresas políticas siguen rompiendo barreras en el mundo. El pasado domingo, con un triunfo en primera vuelta, la politóloga Laura Chinchilla, ganó las elecciones presidenciales costarricenses y se apresta a engrosar, a partir de mayo, el club de mujeres en el poder.
El club fue inaugurado hace 50 años por Sirimavo Bandaranaike, quien asumió como primera ministra de Sri Lanka, en Asia. Bandaranaike ostenta el honor de ser la primera mujer en alcanzar la Jefatura de Gobierno o de Estado en el mundo. Ella marcó la ruta de lideresas como Golda Meir (Israel), Margaret Thatcher (la ‘Dama de hierro’ de Gran Bretaña), Chandrika Kumaratunga (Sri Lanka), Indira Gandhi (India), Benazir Bhutto (Pakistán)…
Chinchilla, adicionalmente, se convirtió en la primera presidenta de su país y en la octava en la historia de América Latina. Sigue así los pasos de las argentinas María Estela Martínez de Perón (1974-1976) y Cristina Fernández de Kirchner (actual mandataria), la nicaraguense Violeta Chamorro (1990-1997), la panameña Mireya Moscoso (1999-2004).
Chinchilla, quien ha adelantado que encabezará “un gobierno con alma de mujer”, también sigue la estela de la chilena Michelle Bachelet, quien inició su mandato en 2006 y lo entregará el 11 de marzo. La médica socialista, hija de un militar que fue víctima de la represión del régimen dictatorial del general Augusto Pinochet (1973-1990), es la primera mujer elegida a la cabeza del Estado por sufragio universal en Chile y en Sudamérica.
Breves mandatos tuvieron Lidia Gueiler Tejada, presidenta interina de Bolivia entre 1979 y 1980, Ertha Pascal Trouillot, que gobernó Haití entre 1990 y 1991. Además, se mantiene la discusión sobre si se debe considerar como presidenta del Ecuador a Rosalía Arteaga, tras la destitución del populista Abdalá Bucaram.
El acceso de Chinchilla pone de nuevo en el tapete, la lucha que han mantenido las dirigentes políticas en de varios países del planeta y que han echado abajo barreras de género.
En la actualidad, 14 países tienen a mujeres en el poder (ver infografía). Chinchilla se sumará en mayo. Sin embargo, una de las 14 lideresas, la primera ministra de Ucrania, Yulia Timoshenko, acaba de sufrir una derrota electoral, que se niega a reconocer, y que la mantiene bajo la presión internacional (ver nota anexa).
Aunque todas exhiben méritos , se destaca el caso de Ellen Johnson-Sirleaf, conocida como la ‘Dama de hierro’ , la primera mujer que llegó en 2006 a la Presidenta de Liberia, y en todo el continente africano. Además, es la primera negra que accedió a la Jefatura de Estado de un país.
Nacida en una familia pobre, la ex funcionaria de las Naciones Unidas venció en las urnas a George Weah, ex futbolista y uno de los personajes más conocidos de África. En 1985, siendo candidata para ocupar un escaño en el Senado, criticó públicamente al Régimen militar, lo que le valió una condena de 10 años de cárcel, aunque fue liberada poco después de ingresar en prisión.
Johnson-Sirleaf, a quien se suele llamar ‘Mamá’, asumió el poder con una misión descomunal: reconstruir un país devastado, humana y materialmente, tras las dos guerras civiles que padeció entre 1989 y 2003. Hasta ahora, al menos ha conseguido pacificar un país antes convulsionado.
No menos relevante es el caso de Angela Merkel, quien en 2005 llegó a ser la primera canciller en la historia de Alemania y la más joven en ocupar el cargo desde la II Guerra Mundial. En 2009, la revista especializada Forbes la calificó como la mujer más influyente del planeta. Ese año fue designada para un segundo período como canciller.
La Jefa de Gobierno, quien residió gran parte de su vida en la ex Alemania Democrática, tiene en su despacho una imagen de la emperatriz rusa Catalina la Grande, quien nació en Alemania.