Según fuentes locales, el hotel albergaba hombres de negocios y políticos que estaban en la ciudad para preparar las elecciones presidenciales, previstas a finales de agosto en la región semiautónoma de Jubaland. Foto: AFP
Al menos 26 personas murieron y 56 resultaron heridas en un ataque de islamistas shebab contra un hotel de la ciudad portuaria de Kismayo, en el sur de Somalia, tras un asalto que duró casi 12 horas y terminó el sábado 13 de julio de 2019.
El ataque comenzó el viernes 12 de julio por la tarde, cuando un coche bomba estalló en la entrada del Medina, un hotel muy concurrido del centro de Kismayo, según fuentes de seguridad.
Un grupo de hombres armados entró luego en el hotel, donde se enfrentó a las fuerzas de seguridad presentes. Los shebab, que reivindicaron el ataque, utilizaron las mismas técnicas que en Mogadiscio, la capital.
“Veintiséis personas murieron en el ataque y 56 resultaron heridas. Entre los muertos figuran extranjeros: tres kenianos, una canadiense, un británico, dos estadounidenses y tres tanzanos. También hay dos ciudadanos chinos heridos” , declaró el presidente de la región semiautónoma de Jubaland, Ahmed Madobe, en una rueda de prensa.
La AFP pudo confirmar con las familias que al menos cuatro de estas personas tenían doble nacionalidad. También podría ser el caso de otros.
Entre las víctimas se encuentra una periodista canadiense-somalí, cuya muerte suscitó una fuerte emoción en las redes sociales.
“Las fuerzas de seguridad tienen ahora el control del hotel, el último terrorista murió a manos de las fuerzas de seguridad”, declaró a la AFP Abdiweli Mohamed, un responsable local de la seguridad.
“Pensamos que cuatro hombres armados estaban implicados en el ataque”, agregó.
Según testigos, el hotel quedó destruido por la explosión y las balas. “Todo el edificio está en ruinas, había cadáveres y sacaron varios heridos del interior, las fuerzas de seguridad acordonaron la zona”, explicó un testigo, Muna Abdirahman.
Según varias fuentes locales, el hotel albergaba sobre todo hombres de negocios y políticos que estaban en la ciudad para preparar las elecciones presidenciales, previstas a finales de agosto en la región semiautónoma de Jubaland.
Uno de los candidatos a estos comicios murió en el ataque, según las autoridades locales.