Johannesburgo, AFP
Miles de empleados municipales iniciaron el lunes en Sudáfrica una huelga ilimitada para pedir mejores salarios, en un contexto difícil para el nuevo gobierno de Jacob Zuma, confrontado desde la semana pasada a violentas protestas en los townships (barrios segregados durante el apartheid) .
El movimiento de huelga, lanzado por sindicatos que representan a unos 150.000 empleados municipales, se produce en momentos en que se negocian aumentos salariales.
“Estamos en negociaciones desde mayo y nos encontramos en un callejón sin salida. Hemos solicitado un 15% de aumento ” , mientras que la inflación anual es del 8% desde comienzos de año, con un pico de 13,7% en agosto de 2008, explicó a la AFP Dale Forbes, un responsable del sindicato sudafricano de empleados municipales.
“Hay muchos desacuerdos sobre el salario mínimo, el reemplazo de los puestos vacantes y los subsidios para la vivienda ” , añadió.
En Pretoria, Johannesburgo (noreste) , en el Cabo (sudeste) y en Polokwane (noreste) , miles de empleados de los servicios de agua, electricidad, obras públicas, salud, policía y transportes públicos, salieron a las calles a protestar.
Doce personas, de los cuales cuatro policías, resultaron levemente heridas durante una manifestación en Plettenberg Bay (suroeste) , según la agencia sudafricana Sapa, y 25 fueron detenidas por violencias y deterioración de edificios en Polokwane, según la policía.
El partido en el poder, el Congreso Nacional Africano (ANC) , denunció estas violencias afirmando que “ ninguna forma de desorden podrá resolver las disputas salariales”.
Los sudafricanos más pobres multiplican desde hace varios días las protestas, a veces violentas, para reclamar alojamientos decentes y un mejor acceso a los servicios públicos.
Sudáfrica es uno de los países en donde la brecha entre ricos y pobres es la más importante. A la opulencia del barrio de negocios de Johannesburgo se contrapone la pobreza en la que viven miles de personas a pocos kilómetros de allí, sin agua corriente ni electricidad.
En total, alrededor del 43% de los habitantes vive con menos de dos dólares por día a quince años de terminado el régimen segregacionista.