Gabriela Moreta montó un estudio de maquillaje profesional tras su retorno al país. La joven, de 30 años, migró a España para estudiar una maestría en Publicidad y Marketing. Sin embargo, debió trabajar para costear otra carrera en belleza en la Escuela de Maquillaje MeryMakeup, una de las más prestigiosas de Madrid.
Gabriela obtuvo allí otra maestría en maquillaje, peinado, moda y fotografía. Hace cuatro años retornó a Ecuador e instaló su propio estudio profesional de maquillaje.
Con una inversión de USD 5 000, montó su local en 2019, pero un año más tarde la pandemia afectó el negocio y decidió cerrarlo. En el 2021, nuevamente abrió las puertas de su emprendimiento MoretMakeup, pero esta vez en su casa localizada en las calles Marcos Montalvo y Aguilera Malta, donde recibe a sus clientes.
Moreta recibe apoyo de la Corporación de Desarrollo de Ambato (CorpoAmbato). Esta organización trabaja con 35 emprendimientos que están en funcionamiento. El 70% es de ecuatorianos y el 30% restante, de extranjeros.
Los emprendedores reciben capacitación en gestión de negocios, procesos, calidad, volumen, estructura comercial y manejo financiero. Además, obtienen gratis asesoría, capacitación, motivación y sensibilización en el funcionamiento de su plan de negocios. Diego Proaño, analista económico de Tungurahua, asegura que son pocos los emprendimientos que se mantienen debido a la pandemia y a la falta de asesoramiento y capacitación profesional.
El experto argumenta que los grupos que generan empleo no reciben apoyo necesario del Gobierno a través de créditos. Por ello la mayoría de migrantes no tuvo éxito al retornar al país y se vieron en la necesidad de migrar a Europa y Estados Unidos nuevamente. En la actualidad, son pocas las entidades que dan acompañamiento a los emprendimientos y las iniciativas de los migrantes.
En el país, no hay estadísticas oficiales para conocer los montos de dinero que se inyectan a la economía a través de sus negocios o el número de empleados que ellos tienen. Moreta, a pesar de la crisis que vive el país y el mundo, no ha pensado regresar a Europa.
Emprendimientos en el agro y en el sector mecánico
En Alobamba, parroquia rural del cantón Tisaleo localizada al sur de Ambato, Yolanda Llerena y su esposo Patricio Silva alimentan a 300 pollos que crían en dos pequeños galpones. El criadero lo han construido con el dinero que lograron ahorrar tras permanecer 14 años a España.
Trabajaban en el cuidado de una finca en Galapagar una localidad de Madrid. Hace dos años, con los recursos económicos logrados construyeron su casa e instalaron su emprendimiento. También están dedicados a la producción de arveja.
Con la venta de los animales y de las leguminosas financian los gastos de la casa, aunque la situación económica y de inseguridad que afronta el país los complica. Ellos no han descartado regresar a Europa. “No tenemos apoyo del Gobierno; para los créditos debemos acudir a las cooperativas.
Nos falta capacitación y apoyo”, comentan. Mientras tanto, en el cantón Salcedo, en Cotopaxi, Diego Zapata labora en su taller de reparación y venta de bicicletas. Comercializa repuestos y ropa para los ciclistas. Retornó hace cinco años de España, donde trabajaba en la elaboración de señalización reflectiva en una empresa.
Con una parte de sus ahorros y un crédito de USD 30 000 en una cooperativa financió la instalación de su almacén denominado El Laboratorio de las bicicletas, ubicado en las calles Ana Paredes y Julio Hidalgo. Afirma que, como todo negocio, hay días buenos y otros malos, pero no se da por vencido.