Michoacán. AFP
U na orden de captura contra el diputado electo Julio César Godoy, hermano de Leonel Godoy, gobernador del estado mexicano de Michoacán, puso en evidencia que el narcotráfico infiltró altas esferas políticas de México.
El caso, que impacta, tiene lugar en un estado en el cual la violencia del cartel La Familia, conocido por su crueldad extrema, adquirió niveles inusitados. Michoacán es escenario desde el sábado pasado de una ola de ataques de La Familia contra la Policía Federal, en la cual murieron al menos 16 agentes.
Julio César Godoy, ahora prófugo, fue elegido diputado federal por la izquierda en las legislativas del 5 de julio.
La infiltración de los carteles “seguramente existía en las anteriores campañas electorales, pero no se había hecho público ni hubo investigaciones judiciales. Es la primera vez que se actúa de esta manera”, comentó ayer Raúl Benítez Manaut, profesor de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), especializado en Seguridad Nacional y FF.AA.
El presunto nexo del hermano de un gobernador con el narcotráfico es “muy grave”, dijo el profesor, al saber que la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP) emitió una orden de captura contra el diputado. La SSP precisó que Godoy está requerido por ser el “encargado de las redes de protección institucional para las operaciones” del tráfico de drogas en Michoacán.
“De que hay más casos (de candidatos captados por el narcotráfico), los hay. Pero no sé hasta qué nivel el Gobierno tenga pruebas contundentes para actuar”, refirió Benítez Manau.
La amenaza parece especialmente grave en Michoacán, donde en plena campaña fue detenida una decena de alcaldes de los principales partidos políticos. Todos fueron acusados de cooperar con La Familia.