Según un estudio reciente (publicado por el periódico Daily Mail Reporter el 14 de septiembre de 2009), hecho en Inglaterra con base en una encuesta realizada por la 20th Century Fox como parte de su campaña de lanzamiento de la serie de televisión ‘Lie to me’ (Miénteme), en la cual el protagonista es un experto en reconocer si alguien miente o dice la verdad para ayudar en la resolución de crímenes, los hombres mienten seis veces al día y el doble que las mujeres. Los investigadores encontraron que los caballeros mienten diariamente a sus socios, sus jefes y colegas, mientras que las mujeres mientan la mitad de veces. El estudio que incluyó a 2 000 británicos reveló que la mentira más común dicha por ambos sexos era: “No pasa nada. Estoy bien”. Según este estudio los varones dicen muchas frases falsas, pero es mucho más fácil descubrirlos que a las mujeres.
Frases como “te llamo mañana” o “nunca te mentiría” salen con frecuencia de las bocas masculinas pero, según el estudio, un 80% de las mujeres que las escuchan pueden darse cuenta del engaño.
Según Richard Newman, experto en descifrar el lenguaje corporal, la gran mayoría de la gente no logra leer otras señales de engaño. “Ellos asumen que si alguien está ocultando la verdad esconderá su cara o evitará el contacto visual cuando, en realidad, lo opuesto es lo correcto”. Añade que los mentirosos por lo general hacen todo lo que pueden para convencernos de que dicen la verdad, lo hacen de manera descarada mirando fijamente a los ojos del interlocutor para ver la reacción.
Pero no solo se diferencian hombres y mujeres en el número de mentiras diarias sino que también lo hacen en los motivos. Este sondeo inglés detectó que entre las mentirillas masculinas más frecuentes están: “es mi última cerveza” y “no bebí demasiado”, mientras que ellas repiten “no es nuevo, no he comprado nada, esto lo tengo desde hace años” y “no sé dónde está, ni siquiera lo he visto”.
“Nunca te mentiría”, repiten los hombres hasta el cansancio y resulta que esta frase es una de las primeras falsedades que las mujeres escuchan de los labios masculinos. Al ser consultado por los medios, el escritor de varios libros sobre relaciones de pareja, Fabio Fusaro, se refirió al resultado de la indagación británica y dijo: “Es verdad que los hombres mienten más, pero sin duda ellas lo hacen mejor. Mienten con sentimiento y lo hacen tan bien que hasta ellas mismas se lo creen. Te dicen llorando: ¿cómo vas a dudar de mí?, y lloran en serio”.
Ellos mienten sobre los tragos que se bebieron o no, (según el psicólogo Alex Droppelman, participante del estudio inglés, esto se debe a que ellos mienten como un mecanismo de defensa usado en forma involuntaria porque en el fondo, en este caso, esconden un alcoholismo social); ellas mienten motivadas por los gastos y la ropa y lo hacen por temor al conflicto porque saben que se excedieron en esos lujos.
En esta ocasión consideramos interesante analizar algunas de esas mentiras masculinas más comunes, ofreciendo eso sí a nuestros lectores que en una próxima entrega también analizaremos algunas de las mentiras femeninas más frecuentes:
“Me gradué como el mejor de mi clase”
Típico caso del ego masculino diseñado para presentar al hombre a la luz de sus mejores logros con el fin de impresionar a una mujer. Los hombres tienen problemas para admitir el fracaso y la manera en que la sociedad define el éxito es importante para ellos, por eso les es vital triunfar y sentirse admirados.
“No te lo puedo decir. No sé a donde vamos”
Es una de esas mentiras tristes, que ellos usan cuando ya no están tan interesados en ellas. Mientras más rápido una mujer se dé cuenta de lo que está detrás de las palabras, más pronto podrá remediar las cosas en su relación o terminarla de una vez por todas.
“No, ese vestido no te queda apretado”
Claro que este es un cumplido excelente, una gran mentira que demuestra cuanto le importas. Pero las mentiras piadosas pueden llevar a la mujer que se las ha venido creyendo por algún tiempo a un brusco despertar del sueño de fantasía. Si ese vestido en realidad está muy apretado ¿le ha hecho él un favor al decirle lo contrario? Mejor hubiera sido que de manera cariñosa y considerada le dijera que ella siempre luce bien, pero que ese traje no es para su figura.
“Debido a la crisis están despidiendo personal, pero no te preocupes conmigo no lo harán”
Muchos hombres todavía siguen siendo paternalistas frente a las mujeres que aman así que le mienten para no preocuparla. Sin embargo, estas mentiras pueden destruir el corazón mismo de la confianza que el hombre esperaba crear y puede hacer que la mujer sienta que no la respeta lo suficiente como para pedirle mejor su comprensión en lugar de esconder lo que está pasando como si ella fuera una niña.
“Seguro que cortaré la hierba tan pronto como deje de dolerme la espalda”
Son muy pocas las cosas que le preocupen a un hombre más que la ira de una mujer o sus reclamos y por eso miente para evitar la odiosa escena. Son mentiras preventivas y de gran versatilidad. “Llevaré a los niños al parque…cuando mejore el clima”, dice y, 15 minutos más tarde, sale a trotar en shorts. Hay hombres que olvidan el cumpleaños de sus novias y cuando llegan a visitarlas y ven que alguien mandó flores, preguntan: “¿Llegó ya la sorpresa que te preparé?”, y como no esta allí tal sorpresa, con enojo llaman por el celular al supuesto lugar desde donde debían enviarla y cancelan la orden por falta de seriedad, a renglón seguido dicen:
“Escoge tú ahora lo que quieres hacer por tu cumpleaños, soy tu esclavo”.
Muy pronto las mentiras de las mujeres…