Los medios han caído en la trampa de repetir la nomenclatura propagandística del poder.
La palabrería oficial utiliza acrónimos como País que suena como ‘patria’, o Alba que suena a ‘amanecer luminoso’.
Toda esta red de sonidos bonitos tiene un claro objetivo autorreferencial -de recordación publicitaria- para la campaña permanente.
Es lo mismo que hace toda marca que usa los programas de TV para pasar cuñas gratis.
Es necesario que la prensa caiga en cuenta de que al repetir las frases del poder, permite al Gobierno ponerle el nombre que les conviene a las cosas.
La prensa debe reducir a siglas toda la terminología oficial: Por ejemplo, en vez de la ‘revolución ciudadana’, que sea solo la RC; en vez de Alianza País, solo AP; en lugar de la ‘equidad tributaria’, la ET o en vez del ‘socialismo del siglo XXI’, nada más que el SSXXI.
Paúl Tapia Goya