Para afrontar los efectos del virus AH1N1, el Ministerio de Salud optó por medicamentos de marca y no por genéricos. Esto, pese a que el numeral siete del artículo 363 de la Constitución aprobada en este Gobierno en Montecristi establece que el Estado promoverá el uso de este tipo de fármacos.
2 000 DÓLARES
es la multa para los médicos que no receten medicamentos genéricos, según la Ley.En tanto, el artículo 12 de la Ley de Producción, Importación, Comercialización y Expendio de Genéricos obliga a que los centros de expendio promocionen el producto. De no ser así -sostiene la norma- los responsables serán sancionados con multas de USD 2 000 a 10 000.
Según la Ley, los médicos de los sistemas públicos y privados están obligados a prescribir el nombre del fármaco de marca y el genérico respectivo.
En el Ministerio de Salud las explicaciones para optar por fármacos de marca Roche son diferentes. El subsecretario de Protección Social de esta secretaría de Estado, Marcelo Aguilar, señaló que se optó por ese producto porque en el mercado mundial no había más ‘stock’ disponible.
El director de Salud de Pichincha, Jorge Cueva, incluso dijo desconocer que haya genéricos del Tamiflu. “No estoy seguro de que existan. Lo importante es que se adquirieron estos productos y hemos atendido a la gente”.
El lunes 13 de julio, la ministra de Salud, Caroline Chang, anunció en el canal Gama TV que este fármaco se distribuyó en todos los hospitales estatales, incluso del IESS. Pero el subdirector del hospital Pablo Arturo Suárez, Andrés Corral, reconoció que hasta esa fecha al lugar no había ingresado ninguna dosis de Tamiflu.
Al Hospital Carlos Andrade Marín (IESS – Quito) las dosis arribaron recién el miércoles 15 de julio. A las 09:00, los funcionarios hacían los trámites administrativos para que el producto ingresara a la farmacia de este centro asistencial. A esa hora, el centro asistencial ya confirmaba un muerto por el virus AH1N1 y dos casos positivos.