Puerto Príncipe, AFP, ANSA
Rafael Correa, segundo jefe de Estado en visitar Haití tras el sismo del 12 de enero, llegó el viernes hacia las 14:30 a Puerto Príncipe.
“Es una tragedia humanitaria” , dijo , al llegar a Haití, en representación de los países de la Unasur.
“Esto es una tragedia, una tragedia humanitaria” , dijo Correa y manifestó que para la etapa de reconstrucción “vamos a necesitar muchos recursos, humanos, materiales y financieros” . Correa además dijo que se trata de una discusión.
“intrascendente” el tema de la llegada de tropas de Estados Unidos a Haití y consideró que lo más importante es ayudar a la población y a la reconstrucción del país.
“ Haití hoy es para América Latina y el mundo dolor, es tristeza pero es también esperanza ” , dijo Correa al expresar su convencimiento de que el país “ que tanto ayudó a nuestras naciones a liberarse ” en los tiempos de la Colonia española, logrará reconstruirse sobre mejores bases socioeconómicas e infraestructura.
“ En esto (de la ayuda) hay también mucho imperialismo, el imperialismo de los donantes, donan primero pero la mayoría regresa a ellos mismos, se va en cuestiones militares, se va en ONGs ” , dijo Correa en una conferencia de prensa conjunta con el presidente haitiano René Preval en la comisaría de la policía de Puerto Príncipe, sede provisoria del Gobierno caribeño.
Correa insistió como presidente pro témpore del Unión Suramericana de Naciones (UNASUR) , que “ lo poco o mucho que podamos ayudar los países latinoamericanos de UNASUR, llegue al pueblo haitiano ” .
“ Creeemos que el interlocutor valedero, que tiene aquí las prioridades, es preciamente usted, el gobierno de Haití ” , dijo el mandatario ecuatoriano al lado de Preval, en la sede policial cerca del aeropuerto internacional de la capital haitiana, una zona con fuerte presencia militar estadounidense y de Naciones Unidas (ONU) .
“No somos países ricos, pero somos países tremendamente solidarios ” , dijo el mandatario a cuya visita antecedió a mediados de enero, el presidente de la vecina República Dominicana, Leonel Fernández.
“Queremos actuar en función a las prioriades de Haití. Hemos conversado de las necesidades sobre todo en cuanto a infraestructura para que la gente pueda trasladarse al campo con fuentes de trabajo y no tenga que concentrarse en Puerto Príncipe ” , agregó Correa poco después de sobrevolar Puerto Príncipe.
Correa pasará la noche en el campamento ecuatoriano de la Misión de Estabilización de la ONU (Minustah) , compuesta por 66 militares, a los que se unirán 12 médicos de sus país que asistirán a los damnificados por el terremoto que dejó unos 170.000 muertos, al menos un millón de personas sin techo y un 75% de la ciudad reducida a escombros.
Mientras tanto, 15 000 tropas estadounidenses están destacadas para coordinar las labores de asistencia de su país, el contigente más notorio entre la devastación.
“ En esta fase de la reconstrucción vamos a necesitar muchos recursos, humanos, materiales y financieros ” , dijo Correa afirmando que la UNASUR “ estará presente ” para ayudar en la reconstrucción de Haití.
A la sombra de las ruinas, los haitianos retoman la actividad con la reapertura de locales comerciales y monstruosos embotellamientos.
Los pequeños comerciantes atienden a sus clientes pese a las dificultades: “ No hay demasiados compradores pero una gran cantidad de vendedores ” , notó Rose Gardy-Joseph, sentada cerca de una canasta con bombones, queso y servilletas, en un mercado improvisado en las calles de Petion-Ville.
“ Necesitamos turistas ” , dice Sorel Charles, un agente de cambio. “ Eso permitiría reinyectar divisas directamente en la economía ” , dice. Si no “ el gobierno recibirá toda la ayuda y se la dará a sus amigos y no al pueblo ” .
La radio local Signal FM (90.5) anunció el viernes la próxima reapertura de algunas escuelas, pero sin mencionar el nombre de los establecimientos concernidos. Muchos fueron destruidos o alojan a quienes perdieron sus casas.
“ Sin educación no hay vida ” , dice en el mercado Faver Volmar, 29 años, con su hijo de seis años, Richard, sentado sobre sus rodillas.