Fernando Rohn Bautista
Dentro del campo de las letras, en lo que atañe a los libros que se han publicado en homenaje a Quito, ciertamente existen publicaciones muy valiosas en lo arqueológico, la plástica, la historia, la música, etc., lo cual es encomiable para el acrecentamiento del valor histórico y cultural de nuestra ciudad, y con más razón para quienes somos originarios y nacidos en esta tierra de los quitus, de los shyris y de los conventos, iglesias y construcciones coloniales, etc., que han hecho que a Quito se le haya declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Me complace en expresar y recordar que en el ámbito de la producción literaria, hace más de un año tuve a bien realizar el lanzamiento del libro ‘Quito Integral y Recuerdos de un Quiteño Amigo’, con el prefacio del Dr. Jorge Salvador Lara, hombre público de enorme mérito intelectual; sin duda la obra más completa que se ha escrito sobre nuestra ciudad, pues resumidamente hablé en torno a épocas del Tahuantinsuyo hasta la conquista de lo que es el Ecuador actual y luego la Colonia y la vida en Quito y por cierto las formidables construcciones de templos, iglesias y casas de arquitectura castellana, así como sobre la geografía que forma el marco de asentamiento de nuestra capital, su ecología, sus leyendas y tradiciones, el desarrollo de la educación en Quito, el arte y la Escuela Quiteña, breve historia del cine, del deporte, la música, etc., etc., lo cual me satisface grandemente, pues pienso haber aportado a esta ciudad en donde nací, con algo muy importante, a más de un conocimiento un tanto enciclopédico de nuestra bella urbe, lo que significaría rescatar la quiteñidad y su trascendente valor como conductora de la misma nacionalidad ecuatoriana; la educación, la cortesía, la solidaridad, la hidalguía del quiteño. Cosas que no deben desaparecer, sino fortificarlas.