Xavier Oquendo Troncoso
poeta
Solo en el poema se encuentra mi libertad verdadera. En lo demás siempre hay una imposición social. Solo en la soledad se puede llegar a ser libre. Todo lo demás, desde el trabajo del sobreviviente hasta la risa, son manifestaciones de más de uno.
Ese es el precio de la libertad y de la creación. El acto de la escritura es un acto de ostras. En ella, en la soledad y en la creación, se practica la verdadera felicidad. Esa que permanecerá, pero que no podrá ser duradera, porque el cuerpo y el ser exigen que la sociedad entre a formar parte de esa felicidad pasajera. No existe la felicidad completa, existen las felicidades. Estos actos de convivir con el ser de uno. De allí que “El hombre es la casa del ser” cono escribió el filósofo alemán Martin Heidegger.
Solo en esta permanencia con la soledad se puede alcanzar el ser legítimo. Pero el mundo está hecho de palabras, y las palabras nacen de la convivencia. Y sin palabras no existiera la poesía, por lo tanto la libertad humana está llevada a ser una condena.