El déficit comercial criollo va a empeorar en lugar de mejorar. Se anuncia que la importación de telas y textiles seguirá en alza, pues los funcionarios seguirán rasgándose las vestiduras por la inseguridad en el país. También se anuncia que se revivirá el tradicional juego de “Yo no fui, fue Teté”.
Por supuesto, entre rasgado y rasgado, terminarán por convencernos de que todo se arreglará con más y más reformas penales. ¿Quién iba a pensar que, cuando se trata de sacar ventaja política, reyes y reyezuelos se parecen más que dos gotas de agua? Todo sea por la “gobernabilidad”.
El ministro poeta ha preparado estos versos de tono marcial como respuesta a los graves problemas que hoy aquejan al Gran Jefe:
Si la izquierda ya no sirve
para curar tus pesares,
te sugiero que apostemos
a fondo en los militares.
Su Majestad ya casi solo se la pasa de Cumbre en Cumbre. Por esta razón, dizque en Carondelet van a reemplazar el servicio presidencial de alimentación por un servicio “para llevar”. Para llevar comida, no sean mal pensados.
La Cancillería en pleno se ganó el premio mayor en el manejo de los Wikileaks. El Kintto fue tergiversado y el Primero jamás lanzó una moción de condena. Ahora están buscando pruebas. Que se atengan las “momias cocteleras”.