Atrapada entre dineros por cobrar al Estado y préstamos que cancelar a la banca, la Junta de Beneficencia de Guayaquil (JBG) limitó algunos de sus servicios que brinda a la comunidad.
Entre el Ministerio de Salud Pública (MSP) y el IESS le deben a la JBG USD 190 millones. Esto es por concepto de derivaciones de pacientes desde el sistema público.
A Juan Xavier Cordovez, director de la JBG le preocupa que la situación le quite capacidad operativa ya que por la falta de recursos tienen que reducir personal médico y servicios.
“La Junta de Beneficencia, producto de la deuda que mantiene hoy el Gobierno, está teniendo serias complicaciones respecto a los servicios que presta”, señaló.
La JBG opera cuatro hospitales en Guayaquil. Además tiene en el país hogares para adultos mayores, hogares de niñas, cementerios, albergues, escuelas, colegios y centros de formación académica y deportiva.
Beneficencia en riesgo
Cordovez señala que la posición de la Junta de Beneficencia no es de amenaza, ya que por sus estatutos debe extremarse para atender a la comunidad.
El problema es que la falta de recursos les ha obligado a dejar de brindar servicios, llegando incluso a cerrar ocho salas de atención.
“En neurología teníamos una sala para mujeres y una sala para hombres. Hoy tenemos una sala compartida más pequeña porque no tenemos capacidad para atender”, detalló.
En el 2022 la JBG impactó de manera directa en la salud y bienestar de un millón de personas, a través de cuatro millones de consultas médicas.
Una muestra de la crisis es la demora en la repotenciación del hospital Alfredo Paulson, que era una Clínica de la Mujer y se lo iba a transformar en un hospital de especialidades.
La inauguración estaba prevista para enero del 2023, pero las obras están suspendidas por falta de recursos.
Bola de nieve
Cuando asumió el gobierno de Guillermo Lasso, la deuda del IESS y el MSP a la JBG era de USD 111 millones.
Las nuevas autoridades de comprometieron a auditar las cuentas y reducir la deuda. Sin embargo, no se ha cumplido la oferta y, por el contrario, las deudas crecen.
La situación llegó a tal punto que la JBG le dijo al IESS que le iba a enjuiciar. Pero desistió a pedido del presidente del Consejo Directivo, Alfredo Ortega.
“No ha cumplido con lo que nos ofreció. Nos ofreció auditorías y en su periodo no se ha auditado una sola deuda”, señaló.
La situación de la JBG se replica en otros prestadores de servicios médicos que no reciben el pago por los servicios que prestan a los pacientes derivados.
Entre la espada y la pared
Para garantizar la operatividad y cumplir con su misión de servicio a la comunidad, la JBG acudió a financiamiento con la banca local.
Las deudas que mantiene con el sistema financiero bordean los USD 130 millones.
Son crédito otorgados con intereses y plazos preferenciales, debido a las funciones que cumple la JBG
“Hasta cierto punto ellos pueden estirar estos créditos, pero lógicamente eso tiene un límite”, consideró.
El 95% de personas que reciben atención en salud, educación, asilos, cementerios y recreación son de estratos de pobreza y pobreza extrema.
Visita nuestros portales: