Un tribunal chino comenzó el jueves 4 de agosto de 2016 el juicio contra uno de los abogados de derechos humanos más prominentes del país, Zhou Shifeng, a quien se acusa de subversión, en el marco de la operación que las autoridades comenzaron en 2015 contra este colectivo de profesionales.
El Tribunal Popular Intermedio número 2 de la ciudad de Tianjin, al sureste de Pekín, abrió este jueves 4 de agosto el proceso en medio de fuertes medidas de seguridad, después de condenar a dos activistas a prisión los últimos dos días por el mismo delito.
El dispositivo policial fue aún mayor que en los juicios anteriores relacionados con la campaña, celebrados el martes 2 y el miércoles 3 de agosto, hasta el punto de que el jueves 4 de agosto decenas de agentes rodearon a los periodistas, les acosaron y les siguieron, para impedirles realizar su trabajo, como pudo comprobar Efe.
La policía cortó el acceso a la gran avenida que da entrada a la corte y vigila los alrededores de la misma, para evitar que nadie no autorizado se acerque.
Las autoridades judiciales anunciaron que comenzaría el juicio a última hora del miércoles en la cuenta oficial del tribunal en Weibo, el Twitter chino, y publicaron un manuscrito del acusado en el que éste pedía a sus familiares que no vinieran a la vista.
“Mis familiares son campesinos, no tienen mucha cultura. Que vengan al juicio no es bueno ni para mí ni para ellos”, señaló Zhou, quien no ha tenido acceso a un abogado de su libre elección ni ha podido contactar con sus familiares desde su detención, en julio de 2015.
A pesar de ello, sus allegados trataron de desplazarse a Tianjin pero la policía les puso bajo vigilancia domiciliaria, explicó hoy el letrado Liu Xiaoyuan, cercano a la familia.
Zhou es uno de los abogados más destacados del país y director del bufete Fengrui, una firma que agrupaba a los profesionales más activos en este campo, muchos de ellos detenidos en esta última oleada de represión.
Fengrui ha llevado algunos de los casos más importantes de disidentes o víctimas en los últimos años en China, como el de los afectados por el escándalo de la leche en polvo que afectó a 300.000 niños y provocó la muerte de seis en 2008, el del artista Ai Weiwei, o el del intelectual uigur Ilham Tohti.