Los alumnos del Circo Social cursaron cuatro años de aprendizaje. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Piruetas, roles, acrobacias y música. Los aplausos resonaron en el Teatro del Colegio Sebastián de Benalcázar, en el norte de Quito. Seis jóvenes en el escenario sonreían. Eran los responsables de una noche de alegría y talento.
Los seis se graduaron la noche del 15 de enero del 2016 del cuarto ciclo del Circo Social, un proyecto del Patronato San José que busca incluir a los jóvenes en las artes y desarrollar destrezas para abrirse camino en el mundo de las artes circenses.
Para los graduados el camino del escenario recién inicia. Dos jóvenes ya tienen un cupo en el Circo de Brasil, en donde pulirán lo aprendido. Los demás cuentan con emprendimientos.
Stephan Mier, jefe de la Unidad de Diseño de Proyectos para Adultos y Jóvenes del Patronato, explicó que los alumnos cursaron cuatro años de aprendizaje. En ese tiempo desarrollaron capacidades artísticas en acrobacia, malabares, aéreos, percusión, trapecio, teatro y clow.
Pero, Mier, resalta que esas destrezas se complementan con aprendizajes que les ayudará a ser profesionales del circo. Por ejemplo, a gestionar un grupo, a tener un plan a futuro y un proyecto de vida. Dos muchachos incluso retomaron sus estudios y están a punto de graduarse de bachilleres, aunque su meta es vivir del arte y llegar a grandes escenarios.
En el 2015, en el proyecto Circo Social, pasaron más de 200 personas de entre 16 y 29 años de edad. Ellos se repartieron en talleres intensivos y aprendieron acrobacia en tela, malabares, percusión, entre otros.
Junto con la culminación de este ciclo, las inscripciones para el siguiente inician el lunes 18 de enero del 2016. Los interesados pueden acudir en las Instalaciones del Circo Social, que funcionan en el antiguo Aeropuerto Mariscal Sucre (en la calle Vuano y av. La Prensa) y presentar una planilla de servicio básico. Los talleres son gratuitos.