Redacción Sociedad
A partir de ahora, el 73,9% de la superficie de Baltra es zona de conservación y restauración de ecosistemas. Además, ya es parte del parque nacional.
Esta isla, cuyo espacio es compartido entre el aeropuerto, destacamentos de la Marina y de la Fuerza Aérea, fue escenario de disputas y hasta enfrentamientos entre militares y guardaparques, como el ocurrido en marzo de 2007 en que hubo agresiones contra la entonces directora del PNG, Raquel Molina.
Tras esos hechos se inició un proceso de ordenamiento territorial y el Ingala hizo los estudios técnicos. Con base en esos estudios y mediante el Decreto Ejecutivo 1784, del 15 de junio, se determinó que 1 874,15 hectáreas se conviertan en zona protegida. Es un espacio importante por ser sitio de anidación de aves y hábitat de especies como iguanas.
El 28,49% (722,85 ha) será zona de Reducción de Impactos, con tres subzonas: de Uso Especial, administrada por la DPNG; de Ocupación y Administración de las Fuerzas Armadas; y de Infraestructura Aeroportuaria, vigiladas por las Fuerzas Armadas y la DAC. Además, las vías que conecten los muelles con el aeropuerto serán de libre circulación.