Las lluvias afectan desde hace una semana la región de Argentina. Foto: AFP.
Las graves inundaciones que afectan a unas 30 000 personas en las provincias argentina de Buenos Aires y Santa Fe comenzaron a ceder lentamente el 13 de agosto del 2015, mientras la crecida del Río de la Plata anegó las zonas ribereñas.
La crecida de las cuencas de los ríos Arrecife y Luján está cediendo, al igual que la del río Areco, en el norte y noroeste de la provincia de Buenos Aires, confirmó el director de Defensa Civil provincial, Luciano Timerman.
En algunas localidades, como San Antonio de Areco, sus habitantes podrían regresar mañana a sus viviendas. “Tenemos un número aproximado de 30 000 personas afectadas. En cuanto a los evacuados, hay registros en cada municipio de los evacuados en la parte de Defensa Civil, pero a eso se suman los autoevacuados que van a casas de vecinos o familiares“, indicó la directora de Emergencias Sanitarias provincial, Patricia Spinelli, en declaraciones difundidas por la agencia noticiosa estatal Télam.
Las lluvias afectan desde hace una semana la región de Argentina, causando la crecida de los ríos e inundaciones en zonas agrícolas, pueblos y ciudades. Varias carreteras y numerosos caminos rurales están cortados.
Muchos habitantes de viviendas anegadas se resistieron en tanto a ser evacuados por temor a que saquearan sus pertenencias y permanecieron en los techos. El gobernador de la provincia de Buenos Aires y candidato presidencial del Frente para la Victoria (FpV, peronista) oficialista, Daniel Scioli, regresó de urgencia del viaje a Italia que había iniciado el martes, tras ganar el domingo las primarias, y reunió al comité de emergencia hídrica. Scioli, blanco de críticas por su ausencia en medio de la crisis, anunciaría medidas en las próximas horas.
El fenómeno climatológico ‘El Niño’ sería el causante de las intensas lluvias, que según los meteorólogos continuarán hasta fin de año.
Pero las inundaciones generaron un debate sobre la falta de obras hídricas, la creación de canales ilegales para drenar las aguas de campos sembrados y la instalación de barrios cerrados en zonas ribereñas que impide el normal drenado de las tierras inundables, entre otras variables que agravan la situación.