Ana Robayo
Todos somos diferentes, con nuestros gustos y preferencias, con nuestros métodos y nuestras personalidades. Desde es reconocimiento respetuoso de las diferencias propias y ajenas, Howard Gardner planteó una teoría que cambió la concepción de la inteligencia humana: la de las inteligencias múltiples. Estas son una propuesta, según la cual todos los seres humanos tenemos ocho inteligencias o habilidades cognoscitivas, que son las siguientes.
La confusión con los estilos de aprender
Howard Gardner explica que las inteligencias múltiples no son lo mismo que estilos de aprendizaje, estilo cognitivo o estilo de trabajo. Dice que el término estilo designa un enfoque general que utiliza una persona para aplicar a cualquier contenido, mientras la inteligencia es la capacidad que tiene sus propios componentes en cuanto a los procesos que se dirigen a un contenido específico. Mónica Burbano de Lara pone al respecto un ejemplo de esta mala interpretación de las inteligencias. Dice que las adaptaciones erróneas pretenden hacer actividades de las inteligencias adaptadas a los temas de clase, por ejemplo “hacer una canción del sustantivo para la inteligencia lingüística o hacer una dramatización del sustantivo para la inteligencia kinestésica. “¡Eso no tiene sentido!”, exclama.Lingüística o verbal: Permite expresar lo que está en nuestra mente. Es la habilidad de comunicarse y emplear palabras, ya sea en forma oral o escrita. Capacidad de dar sentido al mundo a través del lenguaje.
Lógico-matemática: Dirigida a los aspectos cuantitativos del mundo. Habilidad para manipular los números y la capacidad de entender la lógica detrás de algo: reconocer la causa y efecto de un sistema.
Musical: Habilidad para escuchar, reconocer, recordar y manipular patrones musicales. Es la habilidad para pensar en música, para crear, comunicar y comprender el significado de los sonidos.
Espacial: Habilidad para representar el mundo espacial en nuestras mentes. Es la capacidad de percibir información visual o espacial, transformar esta información y representarla en ideas.
Corporal: Permite utilizar todo el cuerpo o partes de él para crear un producto o resolver problemas. Capacidad de expresar sentimientos, comunicarse y dar sentido al mundo a través del cuerpo.
Intrapersonal: Es poder entendernos a nosotros mismos, distinguir nuestros sentimientos, saber quiénes somos, qué podemos hacer, cómo podemos reaccionar y qué debemos evitar.
Interpersonal: Permite reconocer, percibir, distinguir los estados de ánimo, sentimientos e intenciones de otras personas, para poder trabajar por el bien común y operar efectivamente en el mundo.
Naturalista: Sensibilidad para distinguir características del mundo natural, además para distinguir, clasificar y usar elementos del medioambiente.
Esta teoría puso en evidencia que el sistema educativo le ha dado peso a la inteligencia lingüística y a la lógico-matemática y que las otras inteligencias han sido más descuidadas, como explica la pedagoga y catedrática de la PUCE, Mónica Burbano de Lara. Ella explica que todo niño que nace tiene en potencia la posibilidad de llegar a un buen grado de desarrollo en todas las inteligencias. Lo más importante es que se le brinde una variedad de vivencias, en cada una de las inteligencias.
Quien le educa debe identificar cuáles son sus preferencias y darle mayor oportunidad de tener vivencias educativas en ese campo. Se pue-
de notar la habilidad de un niño para un tipo de inteligencia por lo que escoge. Si además de gustarle, lo hace bien y precozmente, entonces es una muestra de que hay una aptitud.
Es bueno darle más información y fomentar esa estimulación, explica la pedagoga. Sin importar la edad del niño, usted puede estimular el desarrollo de las inteligencias. Cuando son menores de 2 años también debe hablarles y explicarles lo que está viendo y viviendo.
El concepto de las inteligencias múltiples se ha vuelto muy popular en los sistemas educativos, especialmente en su promoción publicitaria. Burbano de Lara asegura que si una escuela aplica esta teoría distribuiría sus 40 horas de clase entre las ocho inteligencias; pero siguen habiendo ocho de lenguaje y ocho de matemática.
“Esto significa 16 horas de frustración para los niños que tienen habilidad en las otras inteligencias, pero que solo tienen (por ejemplo) una hora de música y, muchas veces, mal hecha”, dice Burbano de Lara.
Al propio Gardner le llama la atención que se use su teoría para todos los conceptos o todas las áreas del aprendizaje. Señala que no todos los tópicos se pueden tratar desde las ocho inteligencias; no se puede enseñar solo a través del movimiento o usar materiales asociados a las inteligencias como telón de fondo.
Por ejemplo, estudiantes que hacen ejercicios de matemáticas con música. Tampoco es adecuado evaluar las inteligencias (incluso dar notas) sin observar cuando los estudiantes realizan el trabajo. Por eso, está convencido de que los colegios tratan de abarcar mucho material. “Tiene más sentido emplear tiempo en conceptos claves y asuntos de trascendencia”, dice el padre de las inteligencias múltiples.