Redacción Política
Fabricio Correa se vuelve cada vez más incómodo para el gobierno de su hermano, Rafael Correa.
Si hace dos semanas destapó la polémica por los jugosos contratos de sus empresas con el Estado, estos días desempolvó el controvertido episodio político de los ‘diputados de los manteles’.
Sus declaraciones están por derrumbar el discurso del Gobierno, que sostiene que nunca ayudó a los ‘diputados de los manteles’ que sustituyeron a 56 legisladores de oposición descabezados por el ex Tribunal Supremo Electoral (TSE).
El Ejecutivo siempre rechazó que desde Carondelet se planificó la destitución de los diputados de la mayoría parlamentaria, que cuestionaba la legalidad de la consulta popular que dio vida a la Constituyente.
De esa jugada política fue encargado el entonces ministro de Gobierno, Gustavo Larrea. El operativo consistió en dar facilidades para que los suplentes ingresaran al recinto legislativo y brindarles protección para que asistan a las sesiones. Así, el Congreso pudo reunirse y viabilizó la convocatoria a la consulta que se realizó el 15 de abril de ese año y fue aprobada. Con ello se dio vía libre a la instalación de la Asamblea Constituyente que funcionó en Montecristi y que redactó la actual Constitución.
Pero Fabricio Correa no quiso quedarse a un lado de esa acción política. Según sus propias palabras, él organizó una reunión (con los diputados de los ‘manteles’) en la que les presentó al contador del Movimiento País, Víctor Barahona, quien tenía un remanente de campaña presidencial de su hermano. “Cualquier cosa que requieran le preguntan a él y yo veo cómo saco los fondos”, dijo a diario El Universo.
Ayer este Diario recogió la versión de un funcionario de carrera de la Legislatura, que pidió no revelar su identidad, quien relató que esa reunión se realizó en el hotel Chalet Suisse, en el norte de Quito. A esa cita asistieron 12 de los 21 legisladores que conformaban el grupo de suplentes, a quienes no solo les financió su permanencia en Quito, pues casi todos eran de provincias. ¿Por qué Fabricio Correa intervino en ese episodio?
El ex diputado Freddy Bravo (Prian), uno de los destituidos por el ex TSE, dice que cuando el hermano del Presidente usó la plata de los remanentes de la campaña de 2006 a favor de los legisladores de los ‘manteles’ “lo hizo con el propósito de tener poder desde el Congreso. Bravo recuerda que el Presidente desde un principio le cortó las aspiraciones políticas de su hermano, cuando antes de la campaña para la consulta popular lo desautorizó para que conformara el movimiento RCD, las siglas del Primer Mandatario.
Ramssés Torres, ex diputado de Pachakutik, que actuó en el Congreso de los ‘manteles’, expresó su malestar por las “desafortunadas” declaraciones del hermano del Presidente. “Hace aparecer que todos quienes viabilizamos el funcionamiento del Parlamento, para que convocara a la consulta popular hemos recibido favores de él y no es así”.
Luis Fernando Torres, ex diputado del PSC, también destituido por el ex TSE, dijo que lo que aconteció con los diputados de los ‘manteles’ demuestra que detrás de esa destitución hubo intereses de allegados del Gobierno para controlarlos.
Sus palabras hacen referencia a las declaraciones del ex diputado Rodrigo Bautista, que integró el grupo los ‘manteles’, quien dijo que Fabricio Correa “pedía que apoyemos incondicionalmente todas las propuestas del Presidente”. Según las expresiones de Bautista -recuerda Torres-, en ese operativo también hubo transacciones e intercambio de favores.