Compromiso Ecuador, AP y la Unidad han sumado respaldo indígena. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO.
Mientras Compromiso Ecuador, la alianza de apoyo a Guillermo Lasso, cuenta con líderes como Auki Tituaña (exalcalde de Cotacachi) y el líder Shuar Cristóbal Jimpikit, la Convergencia Democrática por la Unidad tiene al prefecto de Morona Santiago, Marcelino Chumpi, como uno de sus integrantes.
Ninguno de ellos es candidato a dignidad alguna por el momento, pero todos son figuras respetadas dentro de sus comunidades indígenas.
Las estrategias para acercarse a estos líderes son diversas. El primer paso de Lasso fue ofrecer la Vicepresidencia a Tituaña, en las elecciones del 2013. El binomio no llegó a fraguar en ese entonces, porque Tituaña se desafilió de Pachakutik, el movimiento del que es cofundador. Luego fue expulsado de la Conaie y decidió declinar su postulación.
Ahora, Lasso abrió la plataforma Compromiso Ecuador para sumar apoyo a su candidatura presidencial, y allí cuenta con Jimpikit, un líder shuar en Pastaza.
En el caso de Chumpi, tanto Alfredo Serrano como Carlos
Falquez, líderes del Partido Social Cristiano, dijeron no conocer cómo llegó a la Unidad, donde también están Avanza, SUMA y Juntos Podemos.
Pero César Rodríguez -antes de Alianza País-, directivo de Juntos Podemos, explicó que fue la cercanía de Chumpi con el prefecto azuayo Paúl Carrasco la que sirvió para que el shuar se convirtiera en la cuarta autoridad local dentro del colectivo político, para las elecciones del 2017.
Chumpi es militante en el Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik, pero dentro de sus filas hay malestar por su decisión de aliarse con los otros movimientos considerados de derecha.
El grueso de las organizaciones indígenas es parte de Pachakutik y esta tienda participa en otra alianza: el Acuerdo Nacional por el Cambio, formado por grupos del centro hacia la izquierda.
La agrupación política nacida hace 20 años tiene una tradición histórica de pactos con movimientos progresistas y de izquierda, según Marlon Santi, su actual coordinador nacional. En sus filas se maneja una filosofía de respeto a las bases.
Santi señala que las coordinaciones provinciales tienen total libertad de decidir si correrán solos en las elecciones o si harán alianzas. “Si bien no incidimos en eso, orientamos con quiénes se pueden o no, hacer alianzas, porque nos movemos en los círculos de los partidos políticos. Por eso, no se dará un acercamiento con Alianza País. Tenemos 700 compañeros perseguidos por el Gobierno, 25 encarcelados y 40 en juicios”.
Sin embargo, la coordinación provincial de Pachakutik en Chimborazo mantiene actualmente un pacto con el oficialismo, desde las elecciones generales del 2013. Por eso su situación en el movimiento está en pausa. Santi explica que el Consejo Político Nacional les dio un plazo, hasta el 5 de agosto próximo, para romper esa alianza.
Esa fecha tope se planteó porque al día siguiente, Pachakutik tendrá sus elecciones primarias. Si Chimborazo no cumple con el pedido de la dirigencia nacional, se aplicará una sanción aún no establecida, pero que saldrá de su régimen orgánico.
El movimiento elegirá el 6 de agosto a su precandidato presidencial entre Carlos Pérez Guartambel y Cléver Jiménez, considerados mestizos por Santi; el montuvio Patricio Zambrano; la kichwa panzaleo Lourdes Tibán y Salvador Quishpe, kichwa saraguro. Así, Pachakutik dice que muestra su planteamiento de ser una tienda pluralista e incluyente.
En el Acuerdo Nacional por el Cambio hay corrientes socialistas y hay líderes como Paco Moncayo, identificado con la Izquierda Democrática (ID) y también con Unidad Popular.
Estos grupos tienen una relación antigua con los indígenas. El catedrático Pablo Ospina recuerda que antes del nacimiento de Pachakutik y de que la Conaie decidiera participar en política, algunos de sus líderes ya se candidatizaron para alcaldías en la provincia de Imbabura y en la Sierra Centro, por el Partido Socialista o por la ID.
El indígena es un nicho de votos que los políticos han buscado desde el regreso a la democracia, según Ospina. Pero hay diferencias entre los grupos de Sierra, que guardan afinidad ideológica desde los años treinta con partidos
de izquierda.
Los amazónicos, en cambio, tienen mayor apertura a las alianzas si estas les permiten solucionar necesidades locales inmediatas. Por ejemplo, construcción de carreteras, dotación de un servicio, etc.
Esa apertura a alianzas por encima de ideologías ha pasado factura al movimiento, recuerda Ospina. Por ejemplo con Lucio Gutiérrez, quien luego de llegar al poder se alejó, según los indígenas, de los preceptos que los juntaron. Igual con el actual Gobierno.