Los derrumbes se presentan en varias zonas de la ruralidad tsáchila. Foto: Cortesía Prefectura Santo Domingo. Foto: cortesía.
Cerca de 300 familias de la parroquia rural de Alluriquín, en Santo Domingo de los Tsáchilas, han visto como la fuerza de la época lluviosa los ha dejado incomunicados en 21 ocasiones. La vía Chiriboga, que los conduce al centro poblado, se ha afectado por derrumbes y deslaves.
El camino de tierra se volvió a cerrar la mañana de jueves 25 de marzo del 2021, debido a las intensas lluvias que provocaron un derrumbe.
La familia Zambrano Cedeño pide que la ruta se rehabilite porque no han podido movilizar ni vender la leche que llevan a la cabecera parroquial casi a diario. Son casi USD 25 por día que dejan de recibir cada vez que la vía se interrumpe. Esa es su única fuente de sustento.
“Ni siquiera el burro puede pasar porque en medio del fango se atasca y en esas circunstancias los envases se pueden perder”, cuenta José Zambrano. La acumulación de escombros también causó taponamientos de dos alcantarillas y la pérdida de la mesa de la vía en dos tramos.
Los habitantes emplean este camino para movilizar la panela, el cacao, plátano y productos cítricos. Los llevan en camionetas a una distancia de 10 kilómetros.
El acceso a esa comunidad se encuentra a la altura del kilómetro 70 de la vía Alóag-Santo Domingo, sector La Palma. La mañana de hoy la maquinaria de la Prefectura volvió a ingresar al poblado para atender la emergencia vial. Según el director de Vialidad del Gobierno Provincial, José Cevallos, hay permanentes derrumbes menores producto de la acumulación de agua en las montañas.
Pero no ha sido la única zona con daños. En otros 10 territorios los inconvenientes con la vialidad también incomunicaron a otras zonas pobladas. Por esa razón, la Prefectura solicitó la declaratoria de la emergencia para atender con más recursos a las comunidades de las zonas rurales de la provincia.
La Prefecta, Johanna Núñez, informó que se necesita de más maquinaria y presupuesto para movilizarse por cada evento. Hay días en que las cargadoras y retroexcavadoras intervienen en un punto y en ese momento se presenta otro derrumbe en un lugar distinto. Esta entidad ya compró maquinaria para atender los problemas y las obras que demanden las zonas rurales.
Otro de esos inconvenientes sucede en el sitio Mar de la Tranquilidad, en la vía Santo Domingo-Las Mercedes, donde se perdió un puente ante la creciente del río Mulaute. Las estructuras se desgastaron por los años que la obra no recibió mantenimiento, señalan sus moradores.
En Valle Hermoso el muro de escolleras se averió y dejó sin la protección a un poblado que sufría de inundaciones permanentes. Un equipo técnico de la Prefectura realizó la inspección para ejecutar los trabajos de reparación. Según el informe preliminar, el desgaste progresivo se presentó por algunas fisuras que luego se agravaron y dañaron por completo la estructura.