Redacción Ibarra
ecuador@elcomercio.com
Francisco Núñez mira varias veces sobre su hombro para asegurarse de que nadie lo sigue.
El día anterior presenció cómo tres sujetos asaltaban a un adolescente, a las 14:00, en la acera de la concurrida calle Sánchez y Cifuentes y Velasco. Ocurrió en el centro de Ibarra, a pocos metros del Registro Civil.
Otros detalles
Durante 2009, en la Intendencia de Policía de Imbabura se registraron 1 400 detenidos por infracciones y contravenciones como hurtos y robos que no sobrepasaron los USD 654. También por escándalos públicos y agresiones físicas.
La Policía realiza en Imbabura un promedio de 15 operativos diarios: antinarcóticos, migración, seguridad, tránsito y otros. Según la Intendencia de Policía, beber en la vía pública es una contravención.
En diciembre de 2009, la Comisaría Municipal y los Bomberos revisaron los bares y karaokes del centro. No todos tenían el permiso de funcionamiento.
“Todos nos quedamos pasmados. Los sujetos portaban cuchillos y no les importó que la gente los mirara. El atraco duró un minuto y después se marcharon como si nada”, dice este empleado de un restaurante.
A pesar de que la Policía no estuvo allí, en la Jefatura de Operaciones del Comando Provincial de Imbabura Nº 12, este y otros delitos ya son parte de un mapa georreferencial. Este recurso tecnológico se puso en marcha en 2007 y mejorará este año.
En un computador, el mapa georreferencial de Imbabura se despliega en diversos colores. Cada color significa un cantón, una parroquia o un barrio.
Con solo ubicar el cursor y pulsar la tecla ‘enter’, los responsables de la Jefatura de Operaciones saben cuáles son los delitos más recurrentes. De ese modo, ellos planifican los operativos de seguridad.
“Primero hacemos la labor de inteligencia con agentes vestidos de civil. Luego se analizan los datos de campo y después se planifican y aplican los operativos policiales. En las próximas semanas contaremos con las cifras aproximadas de los delitos por sector”, dice el oficial a cargo que no autorizó revelar su nombre.
En el mapa georreferencial, Ibarra está dividida en cuatro zonas: comercial, aeropuerto, Caranqui y Yahuarcocha. Cada zona está a cargo de un jefe policial (con rango de mayor o teniente coronel), cinco oficiales de apoyo y entre 70 y 80 policías apoyados con motos y patrulleros.
Las 23 unidades de Policía Comunitaria (UPC) son parte también de estas circunscripciones territoriales de seguridad. La zona comercial va desde el estadio Olímpico hasta la Teodoro Gómez de la Torre. Según la Policía, este sector se caracteriza por los asaltos a personas y los escándalos públicos, pues allí funcionan la mayoría de bares, discotecas y karaokes.
“En esta ciudad todavía no se fija la zona rosa, donde deberían funcionar este tipo de diversiones nocturnas. Tres negocios se cerraron porque no cumplían con las recomendaciones técnicas, pero se mantienen 18 locales en el centro. Los propietarios deben atender hasta las 03:00 y cuidar que no ocurran escándalos públicos”, dice Ricardo Rosales, intendente de Policía de Imbabura.
Durante 2009, en la Intendencia de Policía se presentaron 1 352 partes policiales por contravenciones de hurto, robo, escándalos públicos, agresiones físicas, entre otros. “La mayoría de agresiones ocurre en la madrugada. Cada persona también debe ser responsable de su seguridad”, señala Rosales.
La zona del aeropuerto se extiende desde la línea férrea, la Cristóbal de Troya, Pilanquí, El Ejido de Ibarra, Pugacho Alto, Pugacho Bajo, El Milagro y otros. La zona de Caranqui abarca los sectores de Yacucalle, Colegio Teodoro Gómez, Los Ceibos, Caranqui, Bola Amarilla y la zona alta de la 19 de Enero.
En esos sitios se registran asaltos a domicilios, agresiones físicas y violencia intrafamiliar. También es frecuente el consumo de licor en la vía pública, especialmente en las calles Salinas, Teodoro Gómez, Atahualpa y El Retorno.
“No se puede caminar tranquilo por ese sector pasadas las 22:00, los fines de semana. Los borrachos ocupan las aceras y el ruido de la música de los parlantes de los carros molesta a todos”, refiere Elizabeth Cruz, del populoso barrio de Los Ceibos.
La zona de Yahuarcocha la integran los sectores La Victoria, El Arcángel, El Priorato, los clubes nocturnos, Azaya y Alpachaca. Es uno de los sectores más conflictivos y peligrosos, según la Policía, por la venta continua de drogas, los asaltos, escándalos públicos e incluso asesinatos.
Luis Quito, presidente de la Junta Parroquial de El Priorato, considera que su sector necesita más control y seguridad. “Prácticamente la zona rosa se ha trasladado a nuestro territorio”.
Y añade: “A un costado de la Panamericana Norte funcionan cuatro clubes nocturnos que han generado inseguridad para los
8 750 habitantes de los 11 barrios. Este año proponemos instalar las alarmas comunitarias para detener los robos y los asaltos”.
En la Municipalidad ibarreña, la seguridad es un tema que también entrará en la planificación de este año. Según Wilmer Taboada, presidente de la comisión de Obras Públicas y Planificación, el crecimiento urbano de la capital provincial no tiene orden.
“Estamos en un proceso de reordenamiento y regulación de determinados lugares. El tema de la zona rosa debe ser tratado con responsabilidad y con criterios técnicos. Toda ciudad debe tener sitios sanos de distracción sin afectar a los vecinos y visitantes. Ese es nuestro trabajo y este año habrá resultados”, detalla Taboada.
Entre tanto, Francisco Núñez sabe que la única forma de protegerse es evitar las zonas conflictivas, especialmente durante las noches y las madrugadas.