Cuando los helicópteros de la India llegaron a Ecuador, no contaban con un sistema de oxígeno para tripulantes y pasajeros. Ni siquiera tenían máscaras de oxígeno.
Esto pese a que fue ese uno de los requerimientos explícitos, dentro del contrato que el ministro de Defensa, Javier Ponce, firmó con el representante de Hindustan Aeronautics Limited (HAL), Jayaraman Shankar.
El coronel Víctor Almendáriz, jefe de la Comisión de Recepción de Helicópteros Dhruv, determinó en su informe de inspección que “ su implementación era una prioridad”, pero no se concretó.
Las críticas
Ernesto Checa, coronel en servicio pasivo de la FAE, asegura que esa omisión es grave. Sin un sistema de oxígeno, los pilotos no pueden volar a grandes altitudes. “Sin oxígeno alcanzan máximo 14 000 pies (4 276 m de altitud). Luego de esa altitud, los pilotos pueden desmayarse”.
El helicóptero que se estrelló en el Base Aérea de Quito no voló a más de 10 000 pies de altitud, según la FAE.
Aunque el comandante de la Aviación, general Rodrigo Bohórquez, aseguró que los helicópteros Dhruv antes alcanzaron 20 000 pies. “Tenían 800 horas de vuelo entre Quito y Guayaquil, a una altitud de entre 17 000 y 20 000 pies. Eso no lo ha hecho cualquier helicóptero”, dijo.
Los naves, además, realizaban en el país transporte: movilizaban materiales para el radar del Tena y movilizaban a militares a la frontera norte.
En julio de 2009, la revista Flight International, especializada en la industria aeroespacial y de defensa, publicó un informe de la Contraloría General de la India, donde se cuestionó la capacidad de vuelo en altura de los Dhruv.
“El ALH no fue capaz de volar por sobre los 16 400 pies de altitud”. La Contraloría dijo que la causa fue la limitación del motor que se utiliza.
En el mismo artículo, se menciona que el Ejército de la India se vio en la obligación de utilizar otros helicópteros monomotores como el Cheetab y Chetak, también fabricados por HAL.
El organismo de Contraloría de la Fuerza Aérea de la India incluso cuestionó a la firma fabricante por enviar cinco naves Dhruv a ferias aéreas en Malasia y Tailandia, en diciembre de 2005, “solo un día después de que el helicóptero tipo fue obligado a permanecer en tierra por una falla de vibración en el rotor de cola”.
En Ecuador, tras la colisión del FAE-604 (el martes 27 de octubre en el aeropuerto de Quito), las operaciones con esos helicópteros -quedan cuatro- se suspendieron.
Uno de los dos pilotos que resultaron heridos dijo a un familiar que el motor del helicóptero se apagó antes de precipitarse al suelo, por eso perdió potencia y su descenso fue lento. Frente a esta posibilidad, el Comandante de la FAE pidió que no se adelanten conclusiones sobre las causas del accidente.