Las actividades comerciales se realizan con normalidad en Guayaquil desde la suspensión de los cortes de energía, el pasado jueves.
En la Terminal Terrestre Jaime Roldós, en el norte de Guayaquil, los negocios recurren al uso de iluminación adicional, para ambientar la Navidad.
Hay tiendas donde sí se promueve el ahorro. Narcisa (pidió que no se publique su apellido), dependiente de un almacén de ropa deportiva, dijo que la disposición del dueño del local es evitar el encendido de focos.
En los exteriores de esta infraestructura, en donde funcionó la ex terminal provisional convertida hoy en un centro comercial, unos parlantes apagados están a la entrada de la Casa del Disco. En el interior, dos televisores encendidos iluminaban el local. “No hay mucha venta y prefiero ahorrar luz”, expresó Alberto Guamán, propietario.
En la Dirección Provincial del Guayas del Consejo de la Judicatura también se promueve el ahorro de energía, especialmente en las dependencias judiciales de la Corte Provincial.
Su director, Fernando Yávar, prohibió la instalación de adornos navideños que requieran de electricidad. “La suspensión de los cortes no significa que se use de manera indiscriminada el servicio eléctrico”.
Estos casos contrastan con lo que ocurre con los grandes y medianos almacenes. En la avenida 9 de Octubre, entre el Malecón Simón Bolívar y el parque Centenario, hay unos 10 locales comerciales que venden electrodomésticos.
Allí, los televisores, equipos de sonido y las luces navideñas permanecen encendidos todo el día. “Por la competencia, no podemos ahorrar. Tenemos que encender todos los televisores porque eso es una forma de atraer a los compradores”, señaló Santiago L., uno de los vendedores.
A pocos metros de allí, en las manzanas comprendidas entre las calles Francisco de P. Icaza, Víctor Manuel Rendón y Luis Urdaneta, gabinetes de belleza, comedores, librerías y oficinas utilizan la luz con normalidad. Computadoras, refrigeradoras, cajeros automáticos… permanecen prendidas.