El Ministerio de Relaciones Laborales estableció que el nuevo sueldo de los asambleístas sea de USD 5009. Foto: Archivo
Las dificultades económicas que atraviesa el país como consecuencia de la reducción del precio del barril de petróleo empiezan a tener los primeros efectos políticos.
A la reducción del sueldo de los altos funcionarios de Estado como parte un ‘mensaje simbólico’ de ajuste salarial por parte del Régimen, se suma un acercamiento público con la empresa privada, que le entregó un pliego de peticiones. Paralelamente, el presidente Rafael Correa ensaya un discurso de fuerte crítica casa adentro.
Funcionarios del Ejecutivo y de la Asamblea ya advertían, a finales del 2014, que este sería un año muy complejo. En este primer trimestre se ha enviado un mensaje desde el oficialismo de que la crisis económica no se debe a un mal manejo de los recursos y menos a un despilfarro, sino que responde a condiciones externas que son ajenas al manejo de los mandatarios.
El legislador Virgilio Hernández (Alianza País) dice que esta coyuntura refleja la vulnerabilidad de la economía primario-dependiente y, a la vez, el acierto del Gobierno al apostar todo por el cambio de Matriz Productiva. No obstante, reconoce que la situación económica “ha obligado a tomar medidas que puedan ayudar a solventar estas dificultades” y que se trata de buscar los mecanismos más adecuados.
Para el analista Jorge León, el trasfondo de las últimas acciones es que el Gobierno empieza a revelar lo que él denomina su “verdadera naturaleza ideológica” y ante la crisis económica, el discurso de izquierda no se puede sostener más. “La crisis le obliga a acelerar las cosas y poner énfasis en medidas neoliberales”.
Dentro de Alianza País se ratifican como ideológicamente de izquierda y dicen que no existe ninguna estrategia y mucho menos un cambio de filosofía. Para Fausto Cayambe (Alianza País), se tiene que buscar respuestas, no cruzarse de brazos frente a una situación que los está condicionando. Se refiere a que no podrían encerrarse en “dogmatismos” frente a realidades que exigen posiciones creativas, que ponen como objetivo claro el fomento del empleo.
Simbólica baja de salarios
Dentro del oficialismo están conscientes de que la reducción de sus salarios no significará un aporte real a la economía del país. Más bien, forma parte de una estrategia de mensaje político cuyo objetivo es “predicar con el ejemplo”. Esta política de reducción salarial es nueva si se compara con la iniciativa de un bono para el sector público que fue creado en el 2010 para estimular la productividad y eficiencia. Entre el 1 de julio y el 31 de diciembre del 2013 por concepto del bono, USD 2,8 millones fueron repartidos entre 3 166 funcionarios.
En noviembre del 2014, el presidente Rafael Correa suspendió ese beneficio. En ese tiempo, el ministro de Relaciones Laborales, Carlos Marx Carrasco, dijo que nunca estuvo de acuerdo con esa aplicación. Pero la lista de beneficiarios la encabezó Correa, quien recibió USD 8 349,82 de bono semestral en un solo pago. Por ello, para la oposición, la reducción de los sueldo se trata de una medida populista y que anuncia que habrá más recortes de carácter salarial.
Otra cita de empresarios
El Gobierno y los empresarios mantuvieron un acercamiento formal después de dos años y siete meses. Antes de este encuentro la relación con el sector privado tuvo altibajos por los cambios en materia laboral, tributaria, de comercio exterior…
Sin embargo, las condiciones económicas actuales han obligado al Régimen a ceder posturas y los empresarios a su vez han aprovechado la coyuntura para poner sobre la mesa sus propuestas.
En total, se presentó un pliego de 37 peticiones en las que el tema de la flexibilización en el ámbito laboral estuvo presente. Por ejemplo, se refirieron a la eliminación de la jubilación patronal y el rechazo a la eliminación del contrato a plazo fijo y las brechas salariales fueron cuestionadas. La Comisión de Relaciones Laborales de la Asamblea tramita un paquete de reformas al Código Laboral.
Para Jorge León, existe un escenario adecuado para la flexibilización de las relaciones laborales que le dará menos obligaciones al sector empresarial. Fausto Cayambe, en cambio, asegura que no hay ninguna directriz en ese sentido.
Críticas a la gestión pública
Las críticas a organismos del Estado por parte del Primer Mandatario han sido más frecuentes en sus últimas intervenciones. La Función Electoral, el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y el titular del Ministerio de Relaciones Laborales han sido cuestionados ante la opinión pública.
Al primer organismo lo increpó por el desarrollo del concurso del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social.
Básicamente, por los excesivos trámites que se solicitaban para la inscripción de los aspirantes. También, cuestionó la reforma del Consejo Nacional Electoral, que propone que las autoridades que vayan a reelección deben solicitar una licencia.
Cuestionó, además, el modelo de gestión del IESS, la conformación del Directorio y la función de los delegados de los trabajadores y de los empresarios. Habló de un cambio en la ley. El ministro del Trabajo, Carlos Marx Carrasco, en cambio tuvo una reprimenda por establecer pisos en los salarios de los funcionarios de alto nivel.