El envejecimiento es un proceso ineludible de los seres vivos. Eso está escrito en los genes, por lo tanto es un fenómeno natural que varía de un individuo a otro, a causa de la variabilidad genética universal de hombres y mujeres. Es decir no somos iguales.
También está causado por los diversos factores ambientales que rodean a cada persona. No es lo mismo que una persona viva al nivel del mar y que otra viva en la altitud andina. La adaptación de cada persona a ese medio le convierte en un sujeto que va a actuar de manera diferente, a unos les favorecerá, a otros no.
Hoy en día, a diferencia de otros años, se puede intervenir en el envejecimiento modificando su curso natural. Se puede actuar directamente sobre los genes y a su vez modificando los factores ambientales relacionados. En ambos casos no existen conclusiones, como por ejemplo para encontrar la juventud externa o dirigir toda la acción del ambiente en sentido positivo o negativo.
Se han descubierto genes que tienen relación con el proceso de envejecimiento. Uno de los responsables es el llamado ADN Helicasa que es el gen encargado del normal desenrrollamiento de la doble cadena helicoidal del ADN. Si este gen falla, entonces se produce un envejecimiento rápido en la persona. El gen puede fallar por radiaciones, por tóxicos o por otras circunstancias.
Dentro de los factores ambientales, los que coadyuvan al envejecimiento son el consumo de alcohol, el cigarrillo, el sedentarismo y los malos hábitos alimenticios.
Es decir, por un lado actúan los genes controlando los procesos fisiológicos del envejecimiento y por el otro lado también los factores ambientales.
Si una persona en su dieta cotidiana consume solo hidratos de carbono, fritos, grasas, es decir, no incluye en su alimentación antioxidantes, como la pitahaya, el melón, la papaya o vitamina C, entonces hay un envejecimiento precoz.
Se puede demostrar de una manera evidente que los genes intervienen y controlan el envejecimiento a través de los síndromes de envejecimiento precoz, que dan a las personas un aspecto senil muy evidente. La mayor parte de estos síndromes son hereditarios. Los afectados son hijos de padres sanos, debido a que la mitad del trastorno está oculto en cada uno de los padres, los cuales tienen un hijo en el que se juntan ambas mitades alteradas.
En estos síndromes, los niños nacen con apariencia normal pero envejecen hasta los 7 u 8 años y tienen un aspecto de 100 años. Aquí actúan muchos genes y el proceso de envejecimiento es global, por eso fallecen a la edad de 12 ó 13 años.
Por el control de la medicina sobre el desaparecimiento de las enfermedades en general, el promedio de vida de la población va aumentando. En 1900 el promedio fue de 47 años. En 2000, el promedio es de 79 años.
La generación del año 2100 vivirá saludablemente 150 años o más. La medicina genómica cambiará la faz de la humanidad a través del control definitivo y hasta la desaparición de infecciones, cáncer, infartos del corazón…Para actuar sobre los genes hay que hacerlo nivel molecular, en su constitución bioquímica, es decir a nivel de bases nitrogenadas. Esto está en investigación todavía.
Milton Jijón, presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Genética Humana.