El presidente derrocado de Honduras, Manuel Zelaya, pidió ayer la intervención urgente del Comité Internacional de la Cruz Roja ante lo que definió como la difusión de un “gas tóxico” hacia la Embajada de Brasil, donde se encuentra refugiado.
“Estamos pidiendo que intervengan de manera inmediata los organismos de protección humana, como la Cruz Roja Internacional”, dijo Zelaya vía telefónica.
“Han difundido un gas tóxico que los militares usan para evacuar a la gente, aquí hay 60 personas, todas ellas tratando de respirar en el patio”, aseveró Zelaya, quien dijo que está usando una máscara antigases y pese a ello tiene la garganta reseca. “Hay gente vomitando y orinando sangre”, agregó el político.
El sacerdote católico Andrés Tamayo, quien se encuentra en el interior de la sede diplomática, dijo que el gas es difuminado desde casas vecinas y que muchos de los que permanecen al lado de Zelaya están afectados. “Hay personas escupiendo sangre, otros tienen dificultades para respirar, sufren dolores de estómago y mareos. Hay síntomas de desesperación en algunas personas”, afirmó.
La Policía desmintió las acusaciones y aseguró que son mensajes falsos de Zelaya.