El propietario de la imprenta, Michel Catalano (i), el presidente francés, François Hollande (c), durante la reapertura de la empresa de Dammartin en Goële, en Francia, este jueves 29 de septiembre de 2016. Foto: EFE
La imprenta en las afueras de París donde se escondieron los atacantes del diario satírico Charlie Hebdo reabrió este jueves (29 de septiembre) en presencia del presidente François Hollande, 21 meses después de haber quedado casi en ruinas tras el asalto lanzado por las fuerzas de élite francesas.
“Hice que cambiaran las escaleras porque no soportaba el ruido que hacían”, contó a la prensa el dueño de la pequeña imprenta, Michel Catalano, mientras dirigía la visita del establecimiento, totalmente renovado.
“Era un ruido de muerto. El ruido de un lanza-cohetes que golpeaba contra el muro”, explicó Catalano, aún muy marcado por lo ocurrido.
El 9 de enero de 2015, Michel Catalano fue tomado como rehén durante una hora y media por los hermanos Kouachi, que huyeron tras asesinar a doce personas en la redacción de la revista Charlie Hebdo.
Uno de sus empleados, Lilian Lepère, se tuvo que esconder durante más de ocho horas bajo un lavabo antes de ser liberado por la policía de élite que abatió a los yihadistas.
“Aquí se produjo un drama, pero también un renacimiento, y por lo tanto una esperanza”, declaró Hollande. Catalano y Lepère fueron condecorados por el presidente.
Desde enero de 2015, Francia ha sufrido una serie de atentados yihadistas con un saldo de 238 muertos.