Un fiscal mexicano que había denunciado presiones del exdirector de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) mientras investigaba el caso de sobornos de Odebrecht aceptó hoy la destitución anunciada la semana pasada.
Santiago Nieto, que era titular de Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, había enviado una misiva a la mesa directiva del Senado -donde iba a objetar su remoción- en la que explicaba que “no existen condiciones” para realizar su labor como fiscal con “la libertad de actuación anterior”.
Nieto fue removido de su cargo el viernes pasado por el fiscal general en funciones, Alberto Elías Beltrán, debido a que supuestamente “transgredió lo dispuesto en el código de conducta de la Procuraduría General de la República” por hablar públicamente sobre investigaciones en curso.
Un par de días antes, el fiscal electoral había dicho en una entrevista que el ex director de Pemex Emilio Lozoya, acusado de recibir sobornos de la constructura brasileña Odebrecht, lo había presionado para ser declarado inocente en una investigación por uso electoral de esos recursos.
La destitución fue señalada por sectores opositores como un intento del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) para evitar investigaciones, puesto que según sostuvo Nieto en la entrevista, Lozoya le pidió ser exculpado de desvío de recursos procedentes de Odebrecht hacia ese partido en la campaña electoral presidencial de 2012.
Lozoya negó vía Twitter haber realizado esa clase de pedidos al fiscal y dijo que todo era producto de la “desinformación de quienes mienten”. En conferencia de prensa, Nieto alegó que siempre actuó con imparcialidad, pero que no desea ser “motivo de disenso”, especialmente con la cercanía de los comicios presidenciales de 2018. “Sin embargo, sigo sosteniendo que mi actuación fue absolutamente imparcial, sin filias ni fobias”, manifestó.